La probable victoria del candidato independiente y exespía de la CIA, Evan McMullin, y el rechazo a Donald Trump en uno de los bastiones del Partido Republicano no es lo único impensable que está ocurriendo en Utah, Estados Unidos. De acuerdo con imágenes satelitales de la NASA, el legendario Gran Lago Salado podría estar en vísperas de desaparecer.
El grupo de expertos compararon una imagen de cómo lucía el lago en 2011 y cómo luce en la actualidad. La disminución del Great Salt Lake ha sido dramática en los últimos cinco años. Los niveles de agua de Farmington Bay han caído en picada, exponiendo tres cuartos del lecho del lago y amenazando un hábitat acuático clave.
El Gran Lago Salado es una de las maravillas naturales en el oeste de Estados Unidos: es una bahía terminal, lo que significa que otros ríos y corriente fluyen dentro de él y el agua no va a ningún otro lado… salvo cuando se evapora. Por lo mismo, los minerales se acumulan: hoy el lago es de tres a cinco veces más salado que el océano, lo cual crea un riquísimo ecosistema que mantiene artermia, millones de aves migratorias y aves acuáticas.
Las empresas mineras de la zona necesitan del lago y es una parte fundamental de la economía de Utah, significando 1.2 billones de dólares por año. ¿Por qué se está secando el Gran Lago Salado? Pues desde que llegaron los pioneros en 1847, la gente ha desviado agua de los ríos y corrientes que lo alimentan. En la actualidad cerca del 40% de esa agua la usan granjas, ciudades y la industria. Y a eso hay que sumarle una reciente y fuerte sequía en el territorio.
Los niveles del lago se encuentras casi tres metros y medio por debajo de sus niveles históricos, según el portal Vox. ¿Y de plano ya fue? Pues no, todavía existe la posibilidad de salvar Great Salt Lake. La solución es más simple de lo que se podría creer: le gente debe parar de desviar tanta agua del lago (díganle eso a los granjeros, quienes utilizan el 63% del agua).