La situación en Ucrania sigue poniéndose complicada. Han pasado apenas unas 12 horas, desde que Vladimir Putin lanzara la “operación militar especial” en su país vecino cuando ya se reportó un importante —y preocupante— avance. Las fuerzas de Rusia entraron al área de Chernobyl.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que ambos países luchaban por controlar la zona nuclear.
“Las fuerzas de ocupación rusa están intentando controlar la Planta Nuclear de Chernobyl”, escribió el mandatario ucraniano. “Nuestros defensores están dando sus vidas para evitar que se repita la tragedia de 1986”.
Minutos después confirmaron que Rusia controlaba la zona y el Ejército de Ucrania se había replegado.
Escuchamos la palabra Chernobyl e inmediatamente nuestros sentidos entran en alerta y se nos ponen las pestañas de punta. Pero más allá del miedo o las memorias de aquel accidente, el avance militar en esta zona nuclear tiene importantes consecuencias en la guerra entre Ucrania y Rusia.
La guerra en Chernobyl
El aviso de la entrada de militares de Rusia a la zona de Chernobyl es un asunto bárbaro. Comienza desde la ubicación.
Recordemos que esta operación militar especial lanzada por Vladimir Putin estaba ubicada en la región más al este de Ucrania, conocida como el Donbás. Esa zona es, presumiblemente, separatista y según el presidente ruso, habían pedido ayuda para defenderse de la supuesta violencia ucraniana.
Es una larga historia pero, en esa zona, llevan más de 8 años en guerra, se han perdido más de 14 mil vidas y hasta han visto el crecimiento de milicias neonazis.
Parecía que el conflicto militar estaría restringido a esa zona, pero Chernobyl no está cerca.
La antigua planta nuclear de Chernobyl —acompañada de su famosísima zona de exclusión— se encuentran en el norte de Ucrania, incluso al norte de Kiev donde también se han reportado explosiones en instalaciones militares. De hecho, según reportó Reuters, el ejército de Rusia llegó a la planta nuclear con los soldados que tenía en el territorio de Bielorrusia.
Entonces, esta nueva locación involucra un conflicto armado más extendido del que originalmente se planteaba y en un lugar que, específicamente, es bastante riesgoso. “Es una declaración de guerra contra toda Europa”, dijo el presidente de Ucrania.
La importancia de la zona nuclear
La situación no está nada sencilla pues la zona de exclusión en Chernobyl tiene dos cosas muy importantes: personas y los restos de un reactor.
Primero hablemos de las personas.
Se estima que, en estos momentos, cerca de 500 ucranianos viven ahí pues volvieron a sus hogares años después de la limpieza del accidente de 1986. La vida es rudísima pues supera los límites de radiación —sobre todo de Estronio y Cesio— pero no es una exposición que alcance niveles fatales.
La otra preocupación mundial incluye los restos nucleares.
Aunque la planta está fuera de comisión desde hace dos décadas, todavía no se retiran los desechos por completo. En Chernobyl se construyó un centro de confinamiento de más de dos mil millones de dólares para resguardar los restos del Reactor Nuclear Número 4. Adentro de esa estructura está el viejo sarcófago ochentero que se construyó “en friega” después del accidente.
Si una bala llega a tocar el sarcófago, se va a armar. Anton Herashchenko, asesor del ministerio de interior de Ucrania, advirtió que los restos nucleares podrían explotar tan duro que alcanzarían a la Unión Europea.
Ucrania y la energía nuclear
¿Último detalle importante? Ucrania, más allá del conflicto actual con Rusia, depende muchísimo de la energía nuclear. Con todo y aquella trágica experiencia en Chernobyl, con los años, han seguido incrementando sus capacidades con esta energía.
En estos momentos tienen 15 reactores nucleares activos que proporcionan más de la mitad de la energía en su país.
A finales del año pasado, la empresa estatal de energía ucraniana, Energoatom, firmó un contrato con una compañía estadounidense para construir cuatro reactores nucleares más. Esa misma empresa gabacha vende la materia prima para un la mitad de las plantas nucleares, el resto… viene de una empresa rusa.
En caso de ataques, en medio de este enfrentamiento con Rusia, Energoatom anunció su plan de contingencia.
“Las plantas nucleares no funcionarán en casos de un atentado”, señalaron. “La planta se apagará y se descargará hasta que se eliminen las amenazas”. En el caso de una pérdida de energía, esperan funcionar con un sistema autónomo estandarizado con diesel.