Tal y como ya lo habían señalado en varias ocasiones algunos especialistas, esta vez científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad Autónoma Metropolitana se encargaron de poner en duda la versión que ha sostenido la Procuraduría General de la República desde hace varias semanas, en relación con cuál pudo ser el destino de los 43 normalistas desaparecidos.
Ante los medios, en el Centro Nacional de Comunicación Social, Jorge Antonio Montemayor Aldrete, del Instituto de Física de la UNAM, y Pablo Ugalde Vélez, investigador de la UAM Azcapotzalco, señalaron que es poco probable que los jóvenes de Ayotzinapa fueran calcinados en el basurero de Cocula, tal y como lo sugiere la PGR con base en testimonios de sujetos detenidos; esto después de realizar una investigación llena de referencias científicas y exponer casos prácticos en otras partes del mundo.
Según el informe presentado ayer por los investigadores universitarios, para que 43 personas pudieran ser calcinadas al aire libre se necesitarían alrededor de 33 toneladas de troncos de árboles de unas cuatro pulgadas de diámetro o 995 llantas de automóviles… eso sin contar con la “mano de obra”: se hubiese requerido la fuerza de por lo menos diez sujetos fornidos quienes tendrían que haber trabajado sin cesar por varias horas. “¿Cuántas personas, y cuánto tiempo se requerirían para realizar dichas maniobras? Más de tres personas sin duda alguna; y se emplearían varias horas para lograrlo”.
“Cuando estamos diciendo que es imposible no estamos jugando, sabemos la seriedad de las cosas. La hipótesis de la PGR no se sostiene más que como una fantasía”, aseveró Montemayor Aldrete.
De haberse efectuado la quema de cuerpos con neumáticos, además de necesitarse una cantidad cercana al millar, tal quemazón hubiese dejado una inmensa columna de humo que difícilmente pasaría desapercibida, ya que se podría haber visto desde 10 kilómetros de distancia… eso sin contar el enorme charco de residuos con plástico que debería de haber dejado… o ya de menos “piedras ennegrecidas, rotas por el calor, y charcos de grasa”
Para darle más en la torre a la versión que ha hecho que la PGR –y cuanta autoridad que tome el micrófono– ya casi le dé carpetazo al caso Ayotzinapa, los científicos aclararon que los restos humanos tendrían un peso aproximado de 116 kilos… eso ya separados de los restos de la madera o llantas, ya que junto con éstos el peso total de los residuos encontrados sería cercano a los 333 kilos. De darse los hechos como lo sostiene la PGR, el material se pudo haber empacado en 12 bolsas de plástico con 25 kilos de residuos cada una.
Por otra parte también se hizo referencia al lugar de los hechos. Se señaló que los cuerpos no pudieron haber sido quemados en el basurero, ya que éstos “no son pelotas ni cilindros” como para haber llegado al fondo del basurero como fue descrito por los indiciados. El vertedero “no es una resbaladilla ni lo enceraron para que los cuerpos rodaran”, comentó el científico de la UNAM.
Sobre lo mismo abundó el especialista de la UAM, Pablo Ugalde: “podemos comprobar que la hipótesis de la PGR es imposible, y para ello no se necesita ir al lugar de los hechos; sólo necesitamos trigonometría para calcular la inclinación del vertedero, y confirmar que no era posible que los cuerpos rodaran hacia el fondo del tiradero”.
El estudio que contiene éstos y otros señalamientos será enviado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y a la ONU.
El reporte completo lo pueden consultar aquí