Ni la lluvia, ni las amenazas de la CNTE y mucho menos el tránsito de viernes, fueron suficientes para evitar el “Aztecazo” que logró Honduras al vencer dos goles a uno a México, de cara al Mundial de Brasil 2014.
Como si se tratase de un espejismo, de una historia de ciencia ficción, el Tri salió a la cancha a querer acabar con el partido desde el primer minuto. La gente hacía la ola, algunas ya se tomaban su respectiva cerveza y sus chicharrones, sin saber que muy pronto llegaría una alegría para ellos.
Después de escuchar los respectivos himnos nacionales de las escuadras que se enfrentaban en el estadio Azteca, comenzaron las acciones en el terreno de juego, aunque sin mucha acción aún, cayó el gol del cuadro mexicano.
Oribe Peralta era el artífice de dicho tanto, después de un error de la zaga visitante, que Giovani Dos Santos aprovechó con la viveza que lo caracteriza, para hacer algo que sabe muy bien, asistir a sus compañeros y sin pensarlo dos veces sirvió para que El Hermoso simplemente la empujara frente al portero hondureño.
Si el equipo rival no opone resistencia lo lógico sería que te fueras al ataque y eso lo entendió a la perfección la oncena vestida de negro, quien con mucha tenencia de balón en medio campo orilló a los centroamericanos a simplemente tirar balonazos que no terminaban en nada. Corona se mostraba tranquilo.
Honduras no hilaba más de 8 pases seguidos, Oscar Boniek simplemente entró a la cancha a repartir leña; quien parecía más lúcido era Roger Espinoza pero de igual manera, balón que llegaba a sus pies, balón que terminaba de parte de los locales, no se veía por dónde.
Sin embargo hasta antes de la conclusión del primer tiempo, parecía que los dirigidos por José Manuel de la Torre ya estaban contentos con el gol tempranero, ya que no se volvió a ver una jugada real de peligro de los ofensores aztecas.
Pareciera que por arte de magia el ir al vestidor le sirvió de mucho a Honduras, ofendían un poco más pero no lograban afirmarse en el campo, sus pases eran imprecisos y seguían sin llegar de manera plena al arco de Jesús Corona.
Hasta que llegó un hombre conocido por los mexicanos, Carlos Costly, quien sacó un tiro a las afueras del área que J.J no pudo contener y que Jerry Bengtson no hizo más que empujar a la red gracias a la pifia del portero mexicano.
México ahora era el ofendido, no mostraban respuesta, la pelota no podía ser retenida en el medio campo y saltar la línea no era una buena opción. Fue así que en una descolgada Costly hizo de las suyas y con un disparo cruzado batió por segunda vez a Corona, en menos de cinco minutos. Honduras ya ganaba dos goles a uno.
Un travesaño de Javier Aquino estuvo a punto de acercar a México en el marcador, que seguía siendo desfavorecedor, sin embargo Honduras no bajaba los brazos, retenía el balón, chancheaba de maravilla y fue así que con un balón dividido que ni Héctor Moreno, ni Salcido pudieron robar, Espinoza se avivó y ya frente al portero sirvió para el compañero Bengtson, quien con el marco abierto la mandó para afuera.
Transcurrieron los últimos minutos y los gritos ¡Fuera, Chepo! eran más fuertes cada vez, el árbitro central tomó su silbato y dio por terminadas las acciones en la cancha de Majestuoso Estadio Azteca, que definitivamente en esta eliminatoria no ha pesado ni pesará.