Seguramente, para quienes conocen a México como la palma de su mano, escuchar de la iglesia de Quechula en Chiapas no es nada nuevo, porque es considerada como uno de los atractivos del estado, por la misteriosa condición que le ha dado estar debajo del agua. Aunque… en esta primavera la sequía la ha dejado totalmente al descubierto.
Sí. Si bien una parte de la iglesia o basílica de Quechula, Chiapas, se alcanzaba a ver, sumergida en el agua por el río Grijalva; en medio de la tercera onda de calor de 2023, la estructura quedó al descubierto de manera total.
Y esto nos recuerda a lo que sucedió en 2022, cuando varios “tesoros” de Europa y Asia resurgieron —de entre los ríos que alguna vez los cubrieron— a causa de las sequías extremas de verano.
La iglesia de Quechula, Chiapas, que resurgió por la sequía
Recién medios locales y hasta internacionales publicaron sus notas sobre cómo la sequía del río Grijalva dejó al descubierto, en su totalidad, a esta iglesia —construida en el siglo XVI (1564) por la orden de Santo Domingo a su llegada a la entonces Nueva España.
Dice la historia —o bueno, especialistas del INAH— que la iglesia de Quechula fue abandonada entre los años 1773 y 1776, a causa de una serie de plagas que afectaron la zona. Al menos esa es una de las teorías sobre el abandono de este templo, construido en honor al apóstol Santiago y que llegó a ser uno de los más grandes de Chiapas.
Las teorías del mismo INAH —citado por National Geographic— explican que es probable que la iglesia quedó completamente sumergida, bajo una especie de lago, debido desborde del río Grijalva, ocasionado a su vez por la orografía de la zona.
Y así pasaron los siglos hasta que en 1966 construyeron la presa de Malpaso, que hizo visible el esqueleto de la iglesia de Quechula —y gracias a eso, muchos turistas se animaron a visitar el edificio en lanchita y todo el rollo.
Hasta que…
Pues sí, hasta que los cambios en el clima le dieron un bajón al río —entre la actividad de la presa Malpaso y el fenómeno de El Niño.
Y resulta que si en algún momento se podía ver un cachito de la iglesia de Quechula, con el paso del tiempo la estructura se mostró aún más hasta que pudimos ver su base.
Eso pasó en 2009 y 2015 —aquí la nota para hacer memoria— y de nueva cuenta en esta primavera o lo que queda de ella de este 2023.
En estos días, ya no es necesario agarrar una lancha y cruzar. De hecho, ya circulan fotos de gente llegando en auto y motos para explorar la iglesia construida por los dominicos del siglo XVI y conocer eso que alguna vez sepultó la naturaleza.
Y que ha vuelto a resurgir a causa de la falta de lluvias, la sequía extrema y el cambio climático que ha bajado los niveles del río y la presa. De hecho, los pescadores de la región zoque también han resentido el impacto.
“Hace 5 meses, más o menos, empezó a bajar el agua demasiado y ya se pasó de lo normal… ¿Con qué sostengo a mi familia?”. Fue el testimonio de uno de los pescadores para la AFP.