No deja de causarnos agruras cada que nos enteramos que algún servidor público libra prisión o por sus tranzas sólo es castigado con el pago de una módica multa; pero ahora el asunto adquiere tintes de burla, ya que además de recibir ligeras sanciones, resulta que no están obligados por la ley a cumplirlas, razón por las que prácticamente quedan impunes.
Según informa Milenio, la Secretaría de la Función Pública, tiene un amplio listado de 640 funcionarios a los que se les ha impuesto el pago de multas por mal desempeño de cargos, tranzas y demás deficiencias de facultadas cuyo monto total asciende a cerca de mil 419 millones de pesos… sin embargo de ese valor, no ha podido recuperar más que el 0.1%, esto debido a que no existe ley que obligue a los servidores a pagar.
Casos sobran, pero destaca la multa de 60 millones de pesos que se le impuso al ex director de Pronósticos Deportivos, Adolfo Felipe Blanco, a quien se le castigó por negligencia administrativa o el de la subdirectora de Finanzas del ISSSTE, Rosario de León García, a quien se le aplicó un castigo que asciende a los 149 millones 931 mil 251 pesos –récord a la sanción más alta a un funcionario público-, pero de los que la SFP no ha visto un solo centavo.
Por otra parte, algo que sirve como aliciente cada que nos enteramos de las tranzas de los funcionarios es saber que a veces se les impide volver a ocupar un cargo público por determinado tiempo… pero esto tampoco ocurre o al menos no hay forma de verificarlo, algunos nombres de funcionarios sancionados no constan en el Sistema de Registro de Servidores Públicos Sancionados.
Por lo anterior habrá que confiar en la SPF, secretaría que supuestamente vigila que los servidores públicos federales se apeguen a la legalidad durante el ejercicio de sus funciones y sanciona a los que no lo hacen así… sólo que entre sus facultades está el imponer el monto de las multas, pero no está en su competencia hacer el cobro.
Sobre lo anterior, organizaciones dedicadas al combate a la corrupción opinan que la conducta delictiva de los servidores públicos no se inhibe, debido precisamente a que las dependencias encargadas de ello no cuentan con las herramientas necesarias.
Con razón cuando se le hace conocer los altos montos de las multas a pagar, muchos funcionarios públicos ni se inmutan: no es porque les sobre el dinero, sino porque nunca lo van a pagar.