Ayer les trajimos la historia de la audición del guitarrista Adrian Belew a las filas del grupo de Frank Zappa. Hoy que el señor Belew cumple 65 años, desde su blog personal nos narra ahora la historia de su desencuentro con el genial bigotón, causado ni más ni menos que por David Bowie.
“Concierto de Frank Zappa en Cologne, Alemania, mi primer gira en Europa en la vida y fue como miembro de la banda de Frank Zappa, 14/02/1978.
Aunque yo no lo sabía, esta noche, Brian Eno estaba en la audiencia. Al día siguiente, Eno llamó a David Bowie porque sabía que David estaba buscando a un nuevo guitarrista.
Berlín, Alemania, 1/02/1978. La siguiente noche, David vino al concierto, aparentemente para verme tocar. Hay una parte del show en la que normalmente dejo el escenario mientras Frank toca un largo solo de guitarra. Echo un vistazo a la consola de monitores y ¡quedo en shock por ver a David Bowie e Iggy Pop! Me acerco, estrechando la mano de David y digo -Siempre me ha encantado tu música-, -¡Genial, ¿Te gustaría unirte a mi banda?!- respondió, -bueno, estoy tocando con ESTE tipo en estos momentos…” tartamudeé, señalando a Frank –Si, ya sé, pero su gira termina en dos semanas y la mía empieza dos semanas después-. Quedamos de vernos en el hotel después del concierto.
Lo que siguió fue algo como salido de una película de espías. David y su asistente Coco trataron de reunirse conmigo sin dejar que nadie se entrara en nuestro “secretito”. Supuse que la idea era evitar que Frank supiera que me estaban “cortejando” para salir de su banda. Yo era muy tonto para darme cuenta de que en algún punto David, Coco y yo entramos al elevador del hotel cuando no había nadie ahí. Susurrando, Coco dijo –tenemos un coche en frente, te vemos ahí en diez minutos-.
David me quería llevar a uno de sus restaurantes favoritos para hablar de mi futuro, él había estado viviendo en Berlín por muchos años. Así que su chofer partió con nosotros tres en la parte trasera, hablando como locos acerca de las canciones que tocaríamos y los lugares que teníamos que ir. Nos detuvimos en un bonito restaurante y entramos. En la mesa de enfrente justamente se sentaron ¡Frank y algunos de la banda!. Nos cacharon, como dicen.
¿Puedes imaginarlo? ¿Cuántos restaurantes hay en Berlín?. Así que nos invitamos solos a su mesa. Sintiéndose un poco incómodo David trató de hablar a Frank con un discurso amistoso. David dijo –Disfruté mucho el concierto– Frank contestó –Vete a la mierda “Capitán” Tom-, –Vamos Frank, podemos ser adultos con esto, ¿no?– arguyó David, –Vete a la mierda “Capitán” Tom-, –No, en serio me gustaría hablar-.
Sin importar lo que David intentara, Frank siguió diciendo –Vete a la mierda “Capitán” Tom-, entonces nos fuimos del restaurante. Afuera David dijo –Eso estuvo bastante bien, ¿no?-. David, Coco y yo pasamos el resto de la velada en un auténtico cabaret privado de los años 20, David conocía al dueño y pasamos un rato maravilloso, cierto tipo de chicas nos dieron un espectáculo, la “Marlene Dietrich” dueña del club me obsequió una membresía de por vida.
Unos días después, Frank se sentó en la parte trasera del autobús en el que íbamos, me acerqué a él. Yo sabía que Frank tenía planeado editar su película Baby Snakes después de la gira y eso tomaría quizás 3 o 4 meses, yo le expliqué que tendría más sentido para mí ir de gira con David durante ese tiempo en vez de palidecer en su nómina. Como acostumbraba Frank extendió y me estrechó la mano, y me deseó suerte”.
(Tomado de el blog personal de Adrian Belew)