El caso de Ariadna Fernanda ha causado la indignación en México entero pues su historia —como se ha ido construyendo después de su muerte— cuenta la peligrosa vida nocturna para las mujeres en nuestro país. La denuncia recuerda que la joven había tomado un taxi en la Condesa y días después apareció sin vida en Tepoztlán, cerca de La Pera.
Sin embargo, la versión oficial, presentada recientemente por las autoridades, cuenta… algo muy diferente. Todavía más indignante.
En este caso —en el que trabajan en conjunto la Fiscalía de la CDMX con la Fiscalía de Morelos— aseguran que no se trató de un feminicidio y en una conferencia de prensa, dijeron que actualmente no tenían pruebas de “privación de la vida”. Así lo dijeron. Neta.
Según la versión oficial, que nomás presentaron ante los micrófonos con su honorable palabra de prueba, Ariadna Fernanda murió de una intoxicación alcohólica.
La fiscal de feminicidios del estado de Morelos, Fabiola García Betanzos, dijo que habían hecho estudios toxicológicos y encontraron que Ariadna había sobrepasado el nivel normal de alcohol en la sangre —”seis veces mayor que una persona en estado de ebriedad”, recalcó —, por lo que murió de una broncoaspiración.
La química Dulce Figueroa, que formó parte de los peritajes, dijo que intentaron identificar 7 drogas pero solo encontraron alcohol. También encontraron otra sustancia que apenas están investigando.
¿Y las heridas que tenía Ariadna?
Otro de los puntos notorios de este caso es que el cuerpo de Ariadna tenía heridas cuando fue encontrado en La Pera, cerca de Tepoztlán. Sin embargo, la Fiscalía de Morelos desestimó el caso.
La perito aseguró que solo tenía moretones en los antebrazos por ligera presión y algunas marcas en la región dorsal por su posición. ¿Las lesiones en el cuello? Pues ahí les va la versión oficial. Aseguraron que, aunque en las fotos parecían marcas de estrangulamiento, en realidad se trataba de un collar de tela, de encaje, que se veía raro.
Aquí está la conferencia completa:
Con estos resultados en mente, asegurando que Ariadna murió de una “intoxicación alcohólica”, aseguraron que no podían hablar de un feminicidio.
Y ahora se echan la bolita…
Lo que sí señalaron es que seguirán investigando la posibilidad de un delito, sobre quién pudo transportar a Ariadna a Tepoztlán y aquí es donde empieza un enredo ridículamente burocrático.
La Fiscalía de Morelos no puede definir si murió en su estado o murió en la Ciudad de México, por lo que ambas autoridades —que están trabajando personalmente en el caso— no han podido decidir a quién le corresponde la investigación. “Necesitamos determinar a cual de los 2 Ministerios Públicos independientes le toca el caso para buscar un responsable”, señalaron.
Qué historias tenemos que terminar contando en México, ¿no?