Desde el pasado 11 de mayo, el exfiscal de Javier Duarte contaba con orden de aprehensión por el delito de desaparición forzada. Ahora, tras un mes y que ya hasta contaba con ficha roja de la Interpol (cof, como Karime Macías, cof), se dio su detención… estaba en la Ciudad de México.
Luis Ángel Bravo, el exfiscal de Veracruz, acusado de desaparición forzada de personas, fue detenido ayer cuando salía de una cafetería en la Ciudad de México. Según las autoridades, la aprehensión de uno de los hombres de confianza del gobierno de Javier Duarte se dio gracias a “un operativo de inteligencia”…
Pues estaría bien que pongan un poco de esa inteligencia en la detención de Karime Macías, esposa del buen Javidú y de quien ya se conoce (conocía) su ubicación (incluso un reportero de Televisa dio con ella), pero hasta la fecha sigue sin ser detenida. ¿No la estarán guardando para dar un latigazo, días antes de las elecciones presidenciales?, ¿no, verdad?
En fin, el caso es que Bravo ahora podrá responder por los cargos que hay en su contra. Recordemos que hace poco más de un mes la Fiscalía anunció la orden de aprehensión que existía contra el exfiscal, debido a su “probable intervención en la comisión del delito de desaparición forzada de personas, en la modalidad de entorpecer la investigación y apoyar a que los responsables de su comisión eludieran la acción de la justicia”.
Para incentivar la localización de Luis Ángel Bravo, el gober de Veracruz, Miguel Ángel Yunes padre (porque el hijo es que que anda en campañas para quedarse con el puesto), ofreció 5 millones de pesos por la cabeza del exfiscal. Según resultado de las investigaciones que hasta ahora se han realizado en torno a la figura de Bravo, se han podido obtener pruebas que apuntan a que éste ordenó a personal a su mando (durante su cargo como fiscal), ocultar y alterar el hallazgo de 13 cuerpos en la barranca La Aurora, realizado en enero de 2016.
Aunque este caso es el único que se ha dado a conocer, no habría que desestimar la existencia de más. Recordemos que durante la administración de Javier Duarte, uno de los delitos más minimizados fue el de desaparición de personas. Incluso de forma burlona: basta recordar el video en el que Javidú se ríe frente a una madre que le reclama por la poca atención que recibió por la desaparición de su hija.