Como hemos venido haciendo los últimos domingos, apartamos el final del día para recomendarles tres de nuestros discos favoritos estrenados dentro de este paquete de siete días, esperando que empiecen el (ya muy) próximo lunes de buen humor y con nuevas recomendaciones para sus amigos.

Esta semana nos pusimos un tanto alternativos, pero estamos seguros de que si se dan el tiempo de escuchar alguno de los tres discos que les recomendamos hoy (o los tres), terminarán con un muy buen sabor de boca.

Desaparecidos – Payola

Trece años pasaron sin que Desaparecidos tuviera nuevo material. Durante ese tiempo Conor Oberst, bajo el seudónimo Bright Eyes, publicó un disco que volvería su nombre internacionalmente conocido. Ese proyecto se convirtió en sinónimo de canciones tristes, tranquilas y desgarradoras que hicieron que Desaparecidos se olvidara rápidamente, pero ahora que están de vuelta es evidente que la fuerza sigue ahí. Oberst es un compositor nato y flexible que comprende perfectamente que cada canción -y cada género- necesita un trato distinto. Probablemente este disco no se vuelva el hit del año, pero sin duda está muy bien compuesto y provocará mucha nostalgia a aquellos fanáticos del punk de principios del milenio.

Thundercat – The Beyond/Where the Giants Roam

Este nombre le debe sonar a muchos, pero quizá la mayoría no lo ubica con precisión, la razón de ello es que en los últimos años el nombre de Thundercat -seudónimo de Stephen Bruner- casi siempre es mencionado como colaborador, ya sea con Flying Lotus o Kendrick Lamar (nomás para que se den una idea de la gente que anda tras de él), pero el trabajo de Bruner como compositor e instrumentista es sobresaliente. Si andan en busca de algo nuevo, fresco y fino les recomendamos que se tomen 20 minutos para escuchar este gran disco firmado por Thundercat.

Wolf Alice – My Love Is Cool

Este es un disco que hemos estado esperando desde hace un buen rato. La banda liderada por la hermosa Ellie Rowsell había llamado nuestra atención -y la de mucha de la crítica especializada- con sus primeros EPs y este disco debut no es en lo absoluto una decepción. El sonido ligero del indie rock que la banda londinense mezcla con las emotivas vocales de Rowsell y los sutiles, pero constantes guiños al rock noventero es una gran y recomendable patada inicial para Wolf Alice.

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