“Si no compartes las cosas, no valen nada”
Una de las grandes personalidades que se han dado cita en el marco de la FIL Guadalajara 2012, es Lorena Ochoa. La mejor golfista mexicana de la historia, y ex número 1 del mundo. Tras su retiro, justo cuando se encontraba en la cúspide de su carrera, Lorena vuelve a la escena pública con la publicación de su libro “Soñar en grande. Mi vida, el golf y cómo llegué a ser la número uno del mundo”.
Durante la presentación que duró poco más de una hora, Ochoa estuvo acompañada por Cristóbal Pera, director editorial de Random House Mondadori, quien señaló que trabajar con Lorena fue una experiencia única.
Y entonces, como si la presentación de un libro fuera algo que hubiera hecho toda su vida, Lorena comenzó un interesante diálogo en el que habló sobre el proceso que conlleva el ser la mejor.
“No es un libro de golf ni para golfistas. Es el libro de una niña que se atreve a soñar con ser la primera del mundo”.
En las paginas de este libro hay historias de familia y pasajes muy dolorosos que demuestran que incluso los mejores también tienen dudas y miedos, y que el secreto está en la forma en la que se afrontan las vicisitudes.
Relató que el gran cambio en su carrera vino cuando a los 13 años perdió su primer campeonato nacional. En la competencia estaba presente toda su familia. No le gustó la sensación de perder, por lo que en adelante decidió dejar cualquier distracción y comprometerse a dar siempre lo mejor de sí.
También se refirió a su relación con los medios de comunicación, los cuales le gustaría que fueran más positivos para generar un entorno ganador. Acerca de este tema, recordó cómo tras obtener el segundo puesto en una competencia, un periódico calificaba su actuación como un “desastroso segundo lugar”. Eso desconcertó a Lorena, para quien un segundo lugar en un torneo de alto rendimiento contra las mejores del mundo no era motivo para lamentarse.
El libro, dice Lorena, tiene la intención de motivar a quien lo lee, a que se decida a pelear por lo que quiere, así como a tomar las decisiones correctas en el momento justo, sabiendo que las cosas no se dan de la noche a la mañana.
Sobre su retiro, Lorena mencionó que siempre ha tenido claro lo que ha querido hacer con su vida.
“Cuando llegué a la LPGA me encontré con un mundo muy difícil, lleno de muchas envidias. Vi mujeres que viajaban solas todo el tiempo, sin parejas ni familia. Yo no quería arriesgarme a que me pasara lo mismo. La vida es corta y para mi es importante vivir cada etapa. Por eso me retiré”.
Ahora Lorena supervisa la construcción de campos de golf en México, acaba de convertirse en madre, da conferencias y también escribe. “Seguirán oyendo de mi, me fata mucho por hacer”.
Al final, fue despedida por un caluroso aplauso de los presentes, quienes sí, ya la admiramos aún más.