Estamos seguros de que como es el caso de cualquier mexicano hijo de vecino, tu prestación navideña se mide en números de 6 cifra. Si no es así, te recomendamos que trabajes en el Banco de México, en la Suprema Corte de Justicia, o en la legislatura federal, donde parecen estar pasándolo muy bien.
Según informes de transparencia, los gerentes del Banco de México (Banxico) se llevarán entre 182 mil 234 y 329 mil 224 pesitos y así costear un buen par de calcetines para regalar en el intercambio. Los directores generales, por su parte, recibirán entre 310 mil y 427 mil 688 pesos.
Subiendo en la jerarquía nominal, encontramos a los subgobernadores del Banxico, Manuel Sánchez, Roberto del Cueto, Manuel Ramos Francia y José Julián Sidaoui. Cada de uno de ellos se llevará un aguinaldo de 841 mil 347 pesos y una canasta navideña de 3 mil 854. Probablemente, tal canasta contenga algo más que aceitunas y papitas. Si no, deben ser las malditas aceitunas y papitas más chidas del mundo.
Subiendo en la cadena alimenticia, encontramos al peso pesado: Agustín Carstens, gobernador de la institución. Nuestro querido exsecretario de Hacienda se llevará un aguinaldo de 886 mil 910 pesos, el equivalente a unos nueve años de trabajo promedio de un simple mortal. ¿A dónde irá a parar todo ese dinero? Es claro que a su panza debe estarle dando cosquillas de pura incertidumbre. Con un aguinaldo así, seguro podrá cenar pavo con wifi o alguna excentricidad por el estilo.
Por su parte, el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, José Alejandro Luna Ramos se llevará unos 487 mil 878 pesos; mientras que el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Silva Meza, superará el medio millón: 580 mil 644 pesos.
El consejero presidente del IFE contará con un aguinaldo de 448 mil 960 pesos. En el terreno legislativo, los senadores se llevarán 234 mil 330 morlacos, y los pobres diputados, tan sólo 198 mil 187.
En contexto, el aguinaldo promedio de los trabajadores mortales de la iniciativa privada asciende a unos nada millonarios 4 mil 36 pesos.
¿Por qué estos chicos tienen aguinaldos exorbitantes? Marco Cancino, director general de la consultora Inteligencia Pública nos da una explicación. La versión resumida es la siguiente:
“Porque pueden.”
La versión extendida es:
“Porque pueden, ya que ellos mismos se encargan de establecer los beneficios a los que tienen acceso.”
Cancino afirmó que los sueldos y prestaciones de los titulares de estas instituciones deben ser atractivos para que su increíble y jugoso talento no se vaya a la iniciativa privada, dejando a México administrado por una bola de locos-incompetentes-chupa-impuestos (Dios nos libre), sin embargo:
“creo que, en el contexto de un país como el nuestro, esas prestaciones parecen elevadas.” agrega Cancino.
Quizá sólo un poquito. Como sea, esta navidad pidamos al niño Jesús que cuide a la gente brillante y talentosa de la administración pública. Tampoco estaría demás pedir algunas de esas malditas aceitunas y papitas de lujo. Y que Ben Affleck no sea Batman. Amén.
Vía: Reforma