Acusado y sentenciado por narcotráfico, lavado de dinero y asociación delictuosa, Mario Villanueva Madrid, exgobernador priista de Quintana Roo, consiguió la prisión domiciliaria gracias a una orden del Ejecutivo. Es decir, de Presidencia.
El 9 de junio, el exfuncionario —que ha enfrentado una serie de acusaciones, reducciones de sentencia y hasta una extradición a Estados Unidos por estar ligado al narco— informó en sus redes sociales que por fin dejaba la cárcel para cumplir su condena en casa.
“Deseo informarles con profunda alegría que hoy por la noche me llamó el Consejero Jurídico de la Presidencia, el licenciado Julio Sherer, para informarme que el Tribunal que tiene a su cargo mi caso, había emitido un ACUERDO ordenando mi traslado a la casa”, fue el mensaje publicado en su cuenta de Facebook.
Mario Villanueva Madrid
“Imaginen lo que siento después de 21 años y casi tres meses sin pisar mi hogar, con 19 años de cárcel, cuando soy inocente de lo que me han acusado, lo que está debidamente probado con documentos en el Congreso del Estado”. Con este mensaje, la defensa de Mario Villanueva adelantó que también va por el trámite para conseguir la libertad del exfuncionario.
Se supone que este proceso lo gestionan defensores públicos dirigidos por Carlos Gustavo Cruz Miranda con la Consejería Jurídica de Presidencia y la Segob (Secretaría de Gobernación).
Para quienes no recuerdan el nombre de Mario Villanueva, va el contexto de su detención:
Mario Ernesto Villanueva Madrid se desempeñó como gobernador de Quintana Roo durante el periodo de 1993 a 1999. Sin embargo, el entonces abanderado del PRI (Partido Revolucionario Institucional) comenzó a ser investigado por supuestos lazos con el narco, a finales de los 90.
En 2001, después de aplicar la de Javidú —darse a la fuga sin haber entregado de manera oficial la gubernatura de Quintana Roo—, Villanueva fue detenido e ingresado a prisión.
En aquel momento, se le acusó de facilitar el transporte de droga vía Colombia-Estados Unidos, durante su gestión como gobernador. Además, fue acusado por recibir moches del cártel de Juárez.
En 2008, el Segundo Tribunal Unitario del Estado de México lo condenó a 36 años y nueve meses de prisión por lavado de dinero, narcotráfico y asociación delictuosa —más tarde, la condena fue reduciéndose hasta los 22 años de cárcel.
Desde ese momento, Mario Villanueva enfrentó el proceso de extradición a Estados Unidos —que se concretó en 2010 por el delito de lavado de dinero.
En 2017 el exfuncionario fue deportado —en ese contexto, la defensa de Villanueva comenzó a pedir la prisión domiciliaria por motivos de salud.
Tras más de 20 años en un ir y venir ante las autoridades mexicanas y de Estados Unidos, Mario Villanueva dice ser inocente de los cargos imputados en su contra. La defensa del exfuncionario alegó que su detención fue en realidad una persecución política durante la gestión de Ernesto Zedillo —y que se prolongó en los otros sexenios.
