La respuesta del Instituto Nacional de Migración (INM), los operativos acompañados por la Guardia Nacional y la marcha de las personas migrantes —que desde la frontera sur intentan llegar al norte de nuestro país y, de esta manera, acerarse a Estados Unidos— son el conjunto de una situación que ha sido considerada como una crisis desde hace años y que a inicios de septiembre se intensificó.
Las caravanas migrantes no son algo nuevo. La frontera sur de nuestro país suele ser vista como ese puente para llegar a Estados Unidos y acceder a mejores oportunidades, una mejor vida, para personas de Centroamérica y el Caribe.
Sin embargo, esta especie de puente en realidad se ha convertido en un vía crucis, en el que las personas migrantes ponen en riesgo su vida, a la par que Estados Unidos —desde hace décadas— cierra su frontera mediante políticas de seguridad, migratorias y a través de México.
Lo que hemos visto a inicios de septiembre de este 2021 en la frontera sur de México no es nuevo, pero está acompañado de elementos que delinean otro capítulo. Y un poco para entender qué sucede, aquí revisamos 10 puntos clave.
Caravanas migrantes
En el caso de las personas migrantes cuyo destino es Estados Unidos, por lo general, las caravanas tienen su origen en Centroamérica —El Salvador u Honduras.
Estas caravanas son en realidad un desplazamiento forzado motivado por la violencia extrema y falta de oportunidades. Y de acuerdo con la Oficina Regional de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) para América del Norte, América Central y el Caribe, han aumentado desde 2018.
Una de ellas, considerada como una de las más grandes, surgió en Honduras en octubre de 2018 —antes de que AMLO llegara al poder y en medio de la política de cero tolerancia de Estados Unidos contra la migración “irregular”.
Sin embargo, desde ese momento la frontera sur se convirtió en una especie de muro virtual con las políticas migratorias de Estados Unidos y la respuesta de México, que ha dejado como consecuencia el surgimiento de caravanas dentro de nuestro propio país.
Quédate en México
Para contener la llegada de migrantes a Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump creó el programa Quédate en México, que consiste en que las personas que solicitan asilo en el gabacho esperen en nuestro país.
Este programa obliga a México a “cooperar” con Estados Unidos para permitir que las personas migrantes que han solicitado asilo en el gabacho se queden aquí, mientras les resuelven.
Joe Biden eliminó este programa —considerado como violatorio a los derechos humanos de migrantes, ya que México no garantiza ni de chiste su seguridad o que estas personas vivan en condiciones dignas—, peeeero la Corte Suprema estadunidense lo reactivó y como consecuencia, nuestro país sigue siendo esa especie de muro intangible que no da certeza a la situación de las personas migrantes.
Demora en las solicitudes de asilo
Quédate en México es una cosa —para quienes solicitan asilo en Estados Unidos—, pero hay otra situación: las personas que deciden pedir asilo en nuestro país, aunque su objetivo sea llegar al gabacho. ¿Por qué?
Las personas migrantes en situación irregular no pueden transitar de manera libre en México, entonces, para poder seguir con su marcha sin ser detenidas o correr otros riesgos, algunas deciden tramitar una solicitud de asilo.
Sin embargo, no es tan fácil porque, de hecho, no pueden salir del estado donde presentaron la solicitud de asilo —y ya sea si están en una estancia del INM o un albergue, estas personas deben esperar a que la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiado) resuelva su situación.
De acuerdo con El País, en dos años se batieron récords de solicitudes. Se trata de 2019, 2020 y los primeros meses de 2021 —hasta junio de este año, se presentaron 51 mil 654 peticiones y más de 30 mil en Tapachula, Chiapas.
Y aquí viene otro problema, porque la respuesta de estas solicitudes han demorado —y como México no garantiza las condiciones para una vida digna de los y las migrantes que están a la espera, han surgido caravanas en el sur.
Caravanas en el sur (Chiapas)
A inicios de septiembre supimos de caravanas integradas por personas originarias de Haití, Venezuela y Centroamérica. Y aunque estas caravanas no eran nuevas, llamó la atención que surgieran aquí, en México.
La mayoría son personas que están a la espera de que la Comar responda a sus solicitudes de asilo, pero como han demorado, decidieron dejar Chiapas para llegar al norte.
Los operativos
La respuesta a estas caravanas han sido los operativos del INM —con la ayuda de la Guardia Nacional— en Chiapas.
Estos operativos involucran desde contener la marcha de migrantes en las carreteras hasta organizar redadas en plazas públicas para disolver las caravanas.
Hasta el domingo 5 de septiembre, el INM y la Guardia Nacional disolvieron la cuarta caravana migrante en Huixtla, Chiapas.
Las denuncias contra el INM y la respuesta de la ONU
Gracias al trabajo de periodistas ha quedado registrado el uso excesivo de la fuerza contra migrantes, uno de ellos en un operativo del INM en la carretera de Huehuetán, entre los municipios Huehuetán y Tuzantán, Chiapas.
Ahí dos funcionarios del INM fueron captados golpeando a migrantes y por esta situación, distintos organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamaron la atención al gobierno de AMLO.
Pero a pesar de este pronunciamiento, el uso de la fuerza excesiva, el asedio y las agresiones del INM continúan.
La respuesta de AMLO
AMLO reconoció que México no puede contener el paso de migrantes hacia Estados Unidos y por esta razón anunció que enviará una carta a Joe Biden para que envíe recursos a Centroamérica.
El plan de AMLO es que haya recursos para que las personas no tengan que migrar y puedan vivir una vida con oportunidades en sus países.
Sin embargo, mientras el presidente envía esta carta, la orden sigue siendo contener las caravanas de migrantes en el sur del país —según el gobierno, es por su propia seguridad, para que no caigan en manos del crimen organizado… pero, ¿qué pasa cuando las agresiones vienen de parte de las autoridades?
Aumento de migrantes
A todo esto hay que sumar que han aumentado las personas migrantes en situación irregular en México. Según el INM, del 1º de enero al 31 de agosto de 2021 se ha triplicado el número en comparación con el mismo periodo de 2020.
Se trata de 147 mil 33 migrantes.
Niños y niñas migrantes
También ha aumentado la marcha de niños y niñas migrantes —con o sin acompañamiento. El INM ha explicado que el número de niños, niñas y adolescentes se ha triplicado si comparamos el periodo de enero a agosto de este 2021 con el mismo de 2020.
Son 34 mil 427 niños, niñas y adolescentes —ocho mil 525 no acompañados y 25 mil 902 en compañía de un adulto.
Migrantes de Haití
Las últimas caravanas han estado integradas por personas originarias de Haití. Y aunque esto no es nuevo, porque desde hace años se ha registrado la llegada de esta población a México y hasta hay una colonia establecida en Baja California, desde 2017, lo cierto es que este país vive una situación más compleja.
2021 ha sido un año aún más rudo para Haití. El asesinato del presidente Jovenel Moïse, la inestabilidad política y social, el terremoto de 7.2 grados registrado el 14 de agosto y la pobreza que por décadas ha echado raíz son algunas de las causas de la migración haitiana.
De esta manera, la crisis migratoria llega a un nuevo capítulo, en el que los retos aumentan, mientras México funciona como una especie de muro intangible para contener el paso de los y las migrantes a Estados Unidos —expuestos al crimen organizado, los polleros o convirtiéndose en presa fácil de diversos delitos.