Debido a los impedimentos que ponen las autoridades, varios tratamientos medicinales a partir de la cannabis no pueden ser desarrollados… y mucho menos aplicados en nuestro país.
Pero un juez federal dictaminó no impedir que Graciela Elizalde, una niña de 8 años de edad, reciba un tratamiento medicinal de aceite de cannabis, el cual llegará importado de los Estados Unidos, por lo que la menor se podría convertir en la primera persona de nuestro país en utilizar la marihuana legalmente, para fines medicinales.
El tratamiento que Graciela recibiría sería para tratar el síndrome de Lennox-Gastaut, el cual es un tipo de epilepsia con el que fue diagnosticada desde temprana edad y que ha deteriorado fuertemente su salud, según informa The Washington Post.
Luego de consultar con varios neurólogos, además de otros especialistas como gastroenterólogos, optometristas, genetistas y ortopedistas e incluso haber sido intervenida quirúrgicamente para intentar reducir las convulsiones que padece la niña, la familia de la paciente ha decidido intentar quizás como último recurso utilizar el tratamiento con base en marihuana, pues ya son varios los testimonios de casos similares al de Graciela en los que el uso del aceite da resultados positivos.
No sería el primer tratamiento “alternativo” que recibiría la niña, ya que ha experimentado con gotas homeopáticas, acupuntura e infusiones de hierbas. “Estamos contrarreloj”, comenta Raúl Elizalde, padre de la menor. “Los ataques son cada vez más fuerte.”
En Estados Unidos, el tabú sobre el uso de la marihuana está desapareciendo. En México, las percepciones que se tienen de la planta son muy diferentes. Sólo una pequeña fracción de los mexicanos dicen haber fumado marihuana, en comparación con alrededor de la mitad de los estadounidenses. Las encuestas demuestran que la mayoría de los mexicanos esperan que si marihuana se legaliza, aumentaría el uso de drogas, y no se podría frenar la violencia.
“Es un error pensar que la legalización resolverá los problemas de tráfico de drogas y de seguridad pública; por el contrario: agravaría el problema de la salud pública “, comentó al respecto Eduardo Santillán Pérez, legislador del PRD. “Si eres pobre, sin trabajo, sin educación, sin alternativas para disfrutar el tiempo libre, se corre el riesgo que la marihuana te empuja hacia actividades ilícitas”.
La familia Elizalde está consciente de la violencia que desata el tráfico de drogas. Oriundos de Monterrey, los padres de Raúl y su esposa han sido secuestrados. Dueños de un pequeño negocio, tuvieron que pagar “cuotas” al crimen organizado… pero al final optaron por cerrar. Pese a todo, no desestiman el uso terapéutico que la marihuana tiene y esperan que el tratamiento que reciba su hija sea benéfico.
“Esto no es algo que hagamos para romper el paradigma o algo parecido”, comenta Raúl: “ésta es nuestra última oportunidad”.