Después de algunas semanas, en las que se aseguró que el daño que el derrame de químicos en el río Bacanuchi de Sonora no era “grave” ni “tóxico”, las autoridades tienen que admitir que las afectaciones son altas, ya que el río presenta altos niveles de arsénico, cadmio, cobre, cromo y mercurio.
Fue la Comisión Nacional del Agua la encargada de informar sobre los últimos resultados de análisis realizados al líquido, con los que se puede determinar que el daño rebasa los límites máximos permisibles por la Norma Oficial Mexicana (NOM) razón por la que sigue recomendando no tener contacto con el río… y todavía falta verificar si los pozos que se nutren del río no fueron afectados, aunque todo indica que no, ya que fueron cerrados –dicen- oportunamente.
“La calidad del agua superficial aún está afectada, principalmente por la presencia de los metales mencionados”, señaló la Conagua, adelantando que será en los próximos días cuando se entregue un nuevo reporte de las investigaciones que se realizarán “hasta que el río Sonora recupere los niveles aptos para su consumo en diversas actividades y que será entonces cuando se levante la restricción en la zona”…
Sí, parece que el caso se resolverá a base de informes y claro, con ayuda de la naturaleza. Porque hasta ahora no se habla mucho del castigo que recibirá la minera responsable de este ecocidio… con todo y que ellos ni siquiera alertaron de lo sucedido a las autoridades, sino que fueron los propios habitantes de la región quienes dieron aviso del desastre ecológico.
Aunque se habla que la minera Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, podría recibir una multa de 40 millones de pesos, lo evidente es que el castigo no será suficiente, si se toma en consideración que hasta ahora Grupo México tiene en su historial multas que suman 57.3 millones de pesos, por denuncias que van de desastres ecológicos hasta la muerte de 70 trabajadores –en diferentes accidentes-…
Pero de los castigos impuestos, la empresa propiedad de Germán Larrea sólo ha hecho pagos mínimos: 1.3 millones por la muerte de 63 mineros en el lamentable accidente de Pasta de Conchos, el resto -56 millones- aún no se ha pagado debido a recursos “legales” como amparos y esperas de validación por parte de un órgano jurisdiccional.
Muy diferente el trato que recibe Larrea en Estados Unidos, donde por un caso de contaminación con plomo, cadmio y arsénico que provocó graves problemas a la salud en niños, adultos mayores y embarazadas, enfrentó una sanción cercana a los mil millones de dólares, según reporta Proceso.
Germán Larrea es el segundo hombre más rico de México –número 58 a nivel internacional- y pese a ello se ha negado a pagar por la muerte de mineros y desastres ecológicos… con todo y que los 57.3 millones de pesos en multas no representan ni el 1% de lo que se embolsa embolsa en 3 meses. Y claro, de gastar en mejoras a sus sistemas de seguridad para que el desastre del río Sonora no vuelva a ocurrir, mejor ni hablamos…
Ahora los mexicanos tenemos un río cuyas aguas contaminadas no sabemos cuándo podrán volver a ser ideales para consumo humano… ¿cuál debería ser el castigo para un hombre al que una multa millonaria no le representa nada?… además que ni la paga.