Después de que el último caso de COVID-19 se recuperó por completo, este lunes la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció que oficialmente su país se declara libre de coronavirus.
En este mismo sentido, el Ministerio de Salud informó que la transmisión del virus ya fue eliminada pero que costará trabajo mantenerlo así después de 17 días sin un solo contagio.
¿Eso qué significa?
Ya que no se registran casos de COVID-19, la primera ministra anunció que a partir de la medianoche de este lunes las medidas de distanciamiento social se eliminarán por completo.
Esto significa que los eventos públicos y privados ya pueden reanudarse sin restricciones y las empresas pueden funcionar con normalidad.
Lo que aún se mantendrá para evitar contagios importados con las restricciones fronterizas, así como la cuarentena para los viajeros que lleguen al país.
De acuerdo con el registro, en Nueva Zelanda se registraron mil 154 casos acumulados de COVID-19 y tan solo 22 muertes.
A finales del pasado mes de mayo, la primera ministra Arden anunció que recogiendo las opiniones de los ciudadanos, el gobierno de Nueva Zelanda ya trabajaba en un plan de regreso progresivo a la normalidad.
Algunas de las propuestas que le dieron la vuelta al mundo rápidamente se encuentra la de reducir la semana laboral a 4 días con opciones de trabajo más flexibles, como el home office.
De esta manera los empleados podrían equilibrar el ámbito del trabajo con la vida privada, y se impulsaría el turismo interno.
Sin embargo eso sería meramente un acuerdo entre los empleadores y sus empleados.
Semana laboral de 4 días y turismo nacional: El plan de regreso de Nueva Zelanda tras el COVID-19