El domingo pasado, 22 de marzo, durante la misa celebrada en la catedral de Cuernavaca, en Morelos, el Obispo Ramón Castro Castro aseguró que la pandemia de coronavirus COVID 19 que la humanidad está padeciendo es un grito de Dios por querer jugar a ser él y por querer determinar quien vive y quien no.

Y esto apenas es una probadita de todo lo que dijo.

Hablando de la interpretación del “signo de los tiempos” y que debemos tomar la enfermedad como que Dios nos está hablando, el obispo tiró una pedradota contra los 50 millones de abortos que se realizaron el año pasado, según dice.

Afirmó que después de eso, el ser humano está “muy a gusto” proclamando su pseudo-libertad. Dijo que esos son hijos de Dios que “hemos” asesinado y de nuevo, “el ser humano como si nada”.

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Foto: Misa en vivo/Youtube

Luego pasó a darle una repasada a la eutanasia.

Señaló que en países como Holanda y Bélgica, los papás de niños muy graves ya están decidiendo que los maten para que dejen se sufrir, que la eutanasia se define como un “ya me cansé de sufrir, que me maten”.

Y ya encarrerado también recordó que ahora se espera a que los niños decidan qué género quieren ser, si quieren ser niñas o niños.

“¡Ah caray! Seguramente Dios dice, oigan hijos a dónde van, momentito, soy su papá y los quiero y los amo y soy misericordioso, se están yendo a un abismo, nos está gritando”, dijo.

Ejemplificó la situación que el mundo atraviesa como cuando a una persona le da un paro cardiaco y hay que darle un golpe duro en el tórax para que reaccione el corazón. Dijo que así Dios nos está golpeando duro para que reaccionemos.

Aseguró que ante las medidas de contingencia recomendadas por las autoridades de salud, él ha pensado demasiado en qué es lo mejor para los feligreses y su salud.

“No saben que desveladas me he puesto por tomar estas decisiones, porque yo le entrego cuentas a Dios de ustedes”, explicó para anunciar que las misas ahora se seguirán en línea.

Recordó que para la marcha del 8 de marzo, por el día internacional de la mujer, las autoridades españolas decían que era más importante la libertad de la mujer que el coronavirus: “pues ándale chiquito, para que se te quite”.

Denuncias por el discurso de odio

Ante estas afirmaciones, integrantes de la comunidad LGBTTI afirmaron que el discurso del obispo solo demuestra su incapacidad intelectual y su falta de conocimiento con respecto al tema.

De igual forma solicitaron al secretario de Gobierno, Pablo Ojeda, “se faje bien los pantalones” e intervenga en el asunto desde la oficina de asuntos religiosos y de derechos humanos.

Por medio de su cuenta de Twitter, el obispo Ramón Castro afirmó que por motivos que desconoce y “como ya es tradición”, se tergiversó la homilía y lo que dijo. De igual forma comparte la transmisión completa.

Acá se las dejamos para que le echen una oída, para que no se tengan que chutar toda la misa (si no quieren), estos comentarios comienzan por ahí del minuto 25.

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