El viernes 23 de mayo, en medio de una tarde-noche lluviosa, la gente se dio cita desde temprano en el José Cuervo Salón para tener un buen lugar en el concierto que marcó el regreso de Papa Roach a México después de 9 años de su última visita.
La música comenzó desde temprano, a las 7:00 pm, ya que la banda originaria de Vacaville, California, estuvo acompañada por DJ Starscream, mejor conocido como Sid Wilson de Slipknot, y por Orgy, en lo que fue una triple combinación que a muchos nos recordó aquellos viejos buenos tiempos en los que andábamos en patineta, cuando el Nu Metal dominaba el mundo a finales de los 90 y principios de la década pasada.
DJ Starscream fue el encargado de abrir el concierto e hizo un buen trabajo para que los asistentes comenzaran a prenderse, mientras otros iban llegando. Ya a las 8:00 pm y con un José Cuervo Salón que todavía no se llenaba, Orgy se apareció sobre el escenario para presentarse por primera vez en nuestro país.
El grupo liderado por Jay Gordon estaba muy confiado y emocionado por su primera presentación en México, incluso el vocalista aprovechó un momento para tomarle una foto del recuerdo a los fans. Muchos llevaban más de 10 años esperando para poder ver en vivo a Orgy, pero la espera realmente valió la pena.
Con canciones como “Suckerface”, “Fiction (Dreams in Digital)”, “Suck It”, “Opticon” y “Spells”; la banda estadounidense mostró su calidad y causó los gritos de emoción de los presentes.
El cierre no pudo haber sido mejor, primero con “Revival” y luego con “Stitches”, para después despedirse, mientras la gente coreaba Orgy, Orgy, Orgy, una y otra vez.
Orgy no se tardó en regresar para terminar su intervención a lo grande con el tema que los dio a conocer, “Blue Monday”, durante el cual, Jay Gordon se bajó del escenario para cantar entre un público que corría y se empujaba para tomarse una foto al la do del cantante, quien terminó bañado en cerveza, pero muy contento.
Aunque el lugar no se llenó, la asistencia fue buena y el ambiente que se sentía era el adecuado. La gente ya estaba muy emocionada y lista para recibir a Papa Roach, que apareció en punto de las 9:30 pm y abrió con una de sus canciones más conocidas, “Between Angels and Insects”, la cual hizo que de inmediato todos se pusieran a cantar.
Al ver al público y sus reacciones, era muy fácil darse cuenta que estaba conformado en su mayoría por personas entre los 25 y los 30 años, es decir por parte de esa generación que disfrutó de la música de Papa Roach cuando la banda estaba en sus mejores épocas.
El vocalista también conocido como Coby Dick y sus compañeros tocaron con mucho entusiasmo y aprovecharon cada oportunidad que tenían para invitar a todos los asistentes a que rockearan en grande, la respuesta también fue la ideal para que la noche se viviera al máximo.
Papa Roach armó un gran alboroto con “Where Did the Angels Go?”, “Blood Brothers”, “Give Me Back My Life”, “Forever”, “Broken Home”, “Born with Nothing, Die with Everything”, “Burn” y “Silence is the Enemy”.
A lo largo de toda la noche hubo mucha interacción entre el grupo y sus fans, quienes, en uno de los mejores momentos de la presentación, corearon “cucaracha, cucaracha, cucaracha”, en referencia al logo de la banda. El vocalista simplemente cantó “La cucaracha” y causó una gran ovación al instante con esa atinada respuesta.
En “Scars”, Coby Dick volvió a cantar en español, esta vez fueron sólo los coros de la canción, pero lo hizo muy bien. También sonaron “Lifeline”, “Still Swingin” y “To Be Loved”.
El concierto llegó a su fin con “Getting Away with Murder”, “Dead Cell” y la infaltable “Last Resort”, que sin duda fue el tema más coreado de la noche por todo el público.
Al final fue un gran concierto, pero, sobre todo, fue un concierto para verdaderos fans de Orgy y Papa Roach, bandas que demostraron que todavía pueden tener buenos momentos y salir a darlo todo sobre el escenario.
Fotos: Diego Figueroa