Como Harvey Wenstein a quien cada semana se le hacen nuevos señalamientos, el caso Odebrecht acumula y acumula elementos para meter al bote a funcionarios de alto calibre. ¿Y por qué no se hace? No lo sabemos, lo que sí es que ahora resulta que Petróleos Mexicanos (Pemex), además de ser demasiado buena onda a la hora de otorgarle contratos a la constructora, también lo era cuando llegaba el momento de sacar la chequera. De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la paraestatal realizó pagos irregulares a la empresa brasileña por más de mil 250 millones de pesos, lo cual derivó en sobreprecios y, obviamente, en un daño a la economía nacional.

Según reporta La Jornada, se identificó – por ejemplo – que de mil 436.3 millones de pesos que se le pagaría a la constructora por un contrato asociado a la planta en Tula, se acabó desembolsando injustificadamente la cantidad de 2 mil 315 millones. Es decir, se le dio una “propina” de poco más del 61% de lo establecido.

En la revisión del gasto en obras realizadas en las refinerías de Tula, Hidalgo y Salamanca, Guanajuato, correspondientes al periodo 2013 – 2017, se pudo checar que el mayor número de irregularidades fueron cometidas en 2015, año en que el buen Emilio Lozoya se desempeñaba como director de Pemex, así como jefe de Petróleos Transformación Industrial (PTI). Hay que recordar que, según declaraciones que se han dado como parte de la investigación internacional que se lleva contra la empresa Odebrecht, en México Lozoya es señalado como el funcionario que habría recibido sobornos a cambio de favoritismo y beneficios en el otorgamiento de licitaciones federales. Así que, no es por ser “amarra-navajas”, pero lo ahora detectado por la ASF embona a la perfección.

Lo triste del asunto: Odebrecht es el caso que tiene más difusión… Pero ya son varias las constructoras que le han visto la cara de güey al gobierno federal (sí, claro).

En fin, el “excedente de pago” de la refinería en Tula es sólo uno de los tres casos de contratos millonarios que Pemex otorgó a Odebrecht. Además, habría que incluir el de Desarrollo de la Fase I del Proyecto Conversión de Residuales en la refinería de Salamanca, que se fijó en mil 746 millones de pesos, y el de Construcción de Accesos y Obras Externas para el Proyecto de Aprovechamiento de Residuales en Tula, por mil 811 millones, también en Tula. En total, pese a que Pemex ya no es la “gallina de los huevos de oro” (como dijo hace unos meses EPN), por tres contratos en dos refinerías Odebrecht se llevaría 5 mil millones de pesos, aunque al final la paraestatal se vio “guapa” y desembolsó de más.

De acuerdo con Proceso, la Auditoría detectó un total de siete pagos improcedentes por 936 millones 783 mil pesos, 110 millones 900 mil pesos, 31 millones 400 mil pesos, 13 millones 639 mil pesos, 11 millones 466 mil pesos, 139 millones 923 mil pesos y 49 millones 782 mil pesos. Pemex Transformación Industrial tiene un plazo de 30 días para intentar justificar las irregularidades.

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