En el marco de la segunda cumbre del Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en la cual pasaron una serie de cosas que colocaron a Cuba como eje de la política internacional latinoamericana (aquí te explicamos por qué 🙂 ), Enrique Peña Nieto se reunió con el ex presidente Fidel Castro.
Peña se estuvo divirtiendo de lo lindo esta semana, después de estar en Davos (Suiza) se dirigió a Cuba, pues todos sus amiguitos latinoamericanos lo estarían esperando en la segunda cumbre del Celac. Ahora, Peña no sólo fue a celebrar la apertura económica de la isla, o reunirse con sus amiguinguis miembros de club la Alianza del Pacífico, o a entregar la Órden Mexicana del Águila Azteca a Pepe Mujica, presidente de Uruguay, sino que también tuvo la oportunidad de conocer a Fidel. ¡Hasta fue a su casa! Para Peña esto significó el relanzamiento de las relaciones entre México y el país caribeño, pero antes tuvo muchas cosas que hacer, entre ellas, ir a dejar flores al monumento del gran pensador José Martí.
Peña expresó:
«En lo personal, es esta mi primera visita que hago a La Habana y, sin duda, un encuentro con personaje de la historia de esta región y de todo el mundo es importante»
Cuando se le cuestionó acerca del largo mandato de Castro en Cuba, Peña expresó pero si con el PRI fue igual, que México siempre ha sido muy respetuoso con los procesos y cambios que tiene cada país, así como de la libre autodeterminación de los pueblos (es decir la vieja y querida Doctrina Estrada).
Añadió:
«México muestra amistad para con los pueblos latinoamericanos y del Caribe, sin condiciones, está para trabajar en favor del desarrollo y prosperidad de toda esta región. México contribuye con los esfuerzos propios»
¿De qué hablaron en su reunión Fidel y Peña?
En una reunión de por lo menos una hora, el ex presidente cubano evocó ante Peña Nieto su paso por México en los años 50 del siglo pasado cuando se preparó en nuestras tierras para hacer la revolución en su país. Según el mandatario mexicano, se evitó por completo hablar de las relaciones entre ambas naciones en las administraciones del PAN, y se limitó a hablar de tiempos un poco más atrás.
Cuando se le cuestionó del por qué de la visita, Peña dijo:
«Era para simplemente darle un saludo cordial y decirle que el hecho de estar en Cuba era para reafirmar los lazos históricos de amistad y el interés por lograr una mayor cohesión en América Latina y el Caribe, y que la CELAC era un instrumento que mucho tiene que dar en esa ruta»
Sobre la relación México-Cuba expresó que quería:
«Una relación de respeto, que nos permita, realmente, ganar en la confianza y en la construcción y fortalecer los lazos entre nuestras naciones, apoyar el proceso de actualización económica y social que Cuba está llevando a cabo»
Peña habló de abrir espacios de participación a inversiones mexicanas en Cuba para consolidar una relación de «hermandad histórica»
México y Cuba
México y Cuba tienen una larguísima tradición de relaciones diplomáticas que han marcado la propia historia de ambas naciones, desde que recibimos a Fidel como exiliado, hasta las visitas de nuestros presidentes que hicieron uso de la vieja escula de política internacional mexicana de la no intervención en los asuntos internos de las naciones, así como fuimos, también, el único país que no «las cortó de a devis y para siempre» con la isla después del bloqueo económico que les impuso los Estados Unidos.
Desde siempre Cuba ha sido un simbolo en lal política mexicana, mantener las relaciones con este país a pesar del odio que tiene hacia él nuestro principal socio económico sirvió, en parte, para dejar en claro al mundo la política internacional mexicana y marcar un pequeño límite a los estadounidenses, además de afianzar nuestra influencia en Lationamérica. En el panismo las relaciones se enfriaron, sobre todo después del «comes y te vas» de Vicente Fox y nos encerramos en una burbuja que sólo miraba hacia el norte y que causó (entre muchos factores) que Brasil nos desbancara como la nación más influyente entre las naciones latinoamericanas.
Esta semana Brasil fue a Cuba a reafirmar su posición y México fue a dejarle en claro que retomó su interés por Latinoamérica (de ahí que Peña halla ido a tomarse su fotito con Fidel). Así que la visita de todo el continente a la recién y tímidamente reabierta Cuba y el interés de todas las naciones por su reintegración, tuvo que ver más por motivos políticos que por motivos económicos. Probablemente Estados Unidos lo sepa, la postura de Obama se ha relajado al respecto, además, hasta le conviene, somos (muy a pesar de muchos) uno de los principales aliados de la nación norteamericana y nuestro influjo en Latinoamérica nunca le caerá mal a los vecinos incómodos del norte (obviamente incluimos a Canadá).