Lo que necesitas saber:
Salvar al perrito Apolo de un predio sin comida y sin agua puede llevar a dos periodistas a la cárcel, mientras la CDMX ve atenta cuando otros hacen su trabajo.
Durante más de 8 días, los periodistas Laura Sánchez Ley y Óscar Balderas, en compañía de la activista Alina González, denunciaron públicamente que había un perrito husky abandonado, con señales de maltrato, en una casa encerrada en la alcaldía Azcapotzalco. Su nombre es Apolo.
Esperando que el Gobierno de CDMX hiciera algo —no se rían—, denunciaron oficialmente el maltrato: el perrito no tenía comida, ni agua.
Rescatando al perrito Apolo, pero no fue la CDMX
De acuerdo con los testimonios de los periodistas, aunque comprobaron que el perrito Apolo llevaba 8 días sin comida ni agua, el Gobierno de la CDMX llegó al lugar de las denuncias con las manos vacías. No hicieron nada.
“No fueron capaces ni de lanzarle un poco de comida”, comenta Laura Sánchez Ley en sus redes sociales. “Solo pegaron un aviso”.
De acuerdo con los periodistas, el Gobierno de la CDMX —en las talentosas manos de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial— llegaron a la casa, vieron al perrito husky sin agua, ni comida, con señales del maltrato y solamente dejaron un citatorio en el predio abandonado. Se fueron.
Laura y Óscar rescatan al husky
Los periodistas Laura y Óscar rescataron al perrito husky abandonado. Entraron en el predio para salvar a Apolo, porque las autoridades no hacían nada.
“Si una vida está en peligro, yo no pienso esperar a ningún trámite burocrático para salvarla”, escribió Óscar Balderas. “Al igual que ustedes, yo me salto la barda”.
A los pocos minutos reportaron que el perrito husky, estaba a salvo. “Apolo ya está en un lugar seguro. Tiene comida, agua, un lugar techado y seco para dormir”, escribieron en sus redes sociales.
Mientras lo rescataban, se dieron cuenta que había otros tres perritos abandonados en el mismo predio.
Sin embargo, como el techo era de lámina y los perritos —también sin comida, ni agua y con señales de maltrato— estaban muy asustados, no pudieron sacarlos. Supuestamente esperarían a que el Gobierno llegara con el citatorio a sacarlos. Eso todavía no ha pasado. Los otros tres perros siguen abandonados.
Salvar a un perrito les puede costar la cárcel
Con Apolo a salvo, a la espera de los siguientes citatorios para rescatar a los demás perritos, el caso tomó un giro inesperado.
En lugar de defender a los rescatistas —o de hacer su trabajo—, la Brigada de Vigilancia Animal de la CDMX amenazó con levantar un reporte contra los dos periodistas por salvar a un perrito, comentó la activista Alina González.
Unas horas después, Laura Sánchez Ley confirmó que apareció el dueño del predio en la policía, donde la están denunciando por allanamiento de morada. Un delito que en la CDMX alcanza dos años de prisión.
Mientras tanto, con la denuncia encima, los otros tres perritos siguen abandonados.
“Estoy devastada y muy angustiada de que exista la posibilidad de ir a la cárcel. Aún así no me arrepiento de sacarlo de ese lugar (…) Este trabajo deberían hacerlo ustedes”, señaló Sánchez Ley en un mensaje dirigido al Gobierno de la CDMX.
