Si en los últimos días han tenido que cambiar pesos por dólares —para salir de vacas o viaje— o simplemente han estado atentos a las noticias, seguro han topado que se está hablando mucho del peso mexicano y la famosa apreciación ante el dólar.
Que dicho sea de paso, es una buena noticia para la economía mexicana, porque nuestra moneda la está librando en medio de la pandemia de COVID, la guerra entre Ucrania y Rusia o la misma inflación que ha pegado gacho en los bolsillos de la gente.
Pero regresemos al peso mexicano, ¿por qué se ha apreciado ante el dólar? O en otras palabras: ¿Por qué su precio frente al dólar no está por las nubes? Por acá, en cinco puntos no tan clavados, les explicamos qué onda con el peso y qué podría pasar.
El peso mexicano
¿Listos? Arrancamos conociendo a nuestra moneda: desde 1994 —año en que se devaluó y de la crisis económica del sexenio de Carlos Salinas de Gortari—, el peso entró a un régimen o sistema de libre flotación.
Y, ¿eso qué quiere decir? Ah, pues que el tipo de cambio —cuánto vale una moneda respecto a otra— del peso está determinado por el libre mercado.
Esto es que el gobierno mexa y sus instituciones no influyen en el manejo del peso. Es libre como el viento, peeeeero se mueve de acuerdo a la oferta y demanda del mercado.
La economista Gabriela Siller Pegaza explicó en un buen hilo en Twitter que, en este contexto, el peso es la moneda más líquida de América Latina y una de las más usadas —operadas— a nivel internacional.
Y que esa libre flotación la podemos ver en el hecho de que el peso no tiene horario de apertura ni cierre, que cotiza los 365 días del año, las 24 horas —y todo esto hace que la moneda sea atractiva para los operadores, accionistas.
China y la pandemia de COVID
Y, ¿qué influye para que tengamos una moneda estable o al menos que resista los trancazos tan locos de la inflación o una pandemia? Hay un montón de factores externos —aunque el hecho de que haya certidumbre en la economía y política de un país también influye.
En el caso que revisamos pues… el peso no siempre estuvo en su mejor momento.
Es justo decir que cuando comenzó la pandemia de COVID hubo mucha incertidumbre en los mercados y el peso frente al dólar comenzó a depreciarse —o sea, su valor se fue poco a poco a la baja— hasta que en noviembre de 2021 el dólar llegó a venderse en 21.82 pesos mexicanos.
Sin embargo, en los últimos meses hemos visto una situación diferente hasta llegar al 7 de noviembre, cuando el dólar se estaba vendiendo en 19.72 pesos y se compraba en 18.82 melones, de acuerdo a BBVA México y su tablita del tipo de cambio.
Se trató de una buena racha porque el viernes 4 de noviembre, el peso llegó a cotizar en 19.47 pesos por dólar —cerca de la mejor cotización en 2022, que fue de 19.41.
Analistas y expertos dicen que esta buena racha tiene que ver con, ¿China? Sí. Les contamos que el peso se mueve conforme el libre mercado y en este contexto, en noviembre el mundo estaba a la espera de que China relajara sus medidas sanitarias frente al COVID.
Al relajar sus medidas, permitió un mejor movimiento en las industrias, su producción y suministro —regresando un poco a la dinámica pre-COVID que había en el mundo.
Que China desapareciera su política de cero COVID también ayudaría a que la inflación no estuviera tan cañona. Pero bueno, con respecto al peso, la sola idea de esta estabilidad lo ha ayudado a apreciarse frente al dólar.
El dólar
Ahora, vámonos con el dólar, una de las monedas más fuertes que hay en el mundo y a la que inversionistas suelen recurrir cuando las cosas están difíciles, como al inicio de la pandemia de COVID.
Aquí hay que cachar algo: que cuando el dólar se debilita, el peso gana terreno y cuando se pone fortachón, el peso se deprecia.
Al inicio y durante la pandemia, todo mundo recurrió al dólar y esto fue un golpe para el valor del peso —que llegó a pasar la barrera de los 20 pesos por dólar.
Sin embargo, el peso ha ganado un poco de terreno porque Estados Unidos aún no logra ajustar del todo su economía.
(Acá abrimos un brevísimo paréntesis para contarles que, por ejemplo, el dólar parecía despegar por el reporte de Empleos del gabacho —presentado a inicios de noviembre de 2022—, que si bien reportó la creación de 261 mil trabajos, dejó ver que la tasa del desempleo seguía creciendo y sólo por eso la moneda no despegó).
Además, un poco para compensar los efectos de la inflación, Estados Unidos ha ido ajustando su tasa de interés —que no es otra cosa sino el precio que ponen los bancos por el dólar en las inversiones gabachas.
Exportaciones, remesas y otras entradas
Regresemos al hilazo que armó Gabriela Siller en Twitter (AQUÍ lo pueden cachar).
La economista explicó que las transacciones con divisas —monedas extranjeras— impactan en mayor o menor medida en el tipo de cambio.
Tons, aquí en México las entradas de monedas extranjeras son por exportaciones, remesas e inversión extranjera directa.
Hasta el momento, todo va ok con estas entradas —en cuanto a las remesas y exportaciones, la verdad es que están en un buen momento—; a las que se les unen la inversión en instrumentos financieros (inversión de cartera) e inversión en divisas o la inversión que cae directo al peso como moneda.
Estas operaciones dan chance de que el peso sea mejor valorado y que el tipo de cambio frente al dólar se aprecie.
¿Qué pasará?
Pues nada es seguro. Hay varios escenarios sobre cómo podría comportarse el peso, uno de ellos —ha explicado Gabriela Siller— es que las exportaciones y remesas se desaceleren o disminuyan por el deterioro de la economía de Estados Unidos.
En ese caso, el peso podría perder valor y depreciarse. Otro escenario, es que en tanto no surja algo que regrese la incertidumbre en los mercados, el peso seguirá apreciándose —como sucedió el 3 de marzo de 2023, fecha en que encontramos el dólar a 17.98 pesos.
Peeero todo depende de factores externos, mientras el Banco de México hace su chamba subiendo la tasa de interés —buscando ir pegadito a Estados Unidos— con el objetivo de que la inflación no pegue tanto y dar cierta estabilidad al entorno que rodea a nuestra moneda.
Por ahora, lo único cierto es que México se convirtió a inicios de noviembre de 2022 en la tercera moneda más apreciada ante el dólar —por encima del euro, la libra o el peso de Colombia y Chile y detrás del rublo ruso y del real de Brasil.
**Con información de @GabySillerP, Economipedia, La Voz de América y El País.