Quién sabe qué tan gacha vio la situación (o si le metieron un susto), pero el caso es que el encargado de investigar lo que pasó hace unas semanas en Totolapan, Guerrero, dijo “ai, no vemos”.
De acuerdo con Animal Político, el vicefiscal de la Fiscalía General de Guerrero no llevaba ni un año en el cargo. Aún así, prefirió dar las gracias y su renuncia surtirá efecto a partir del próximo 1 de noviembre.
Ramón Celaya Gamboa, nombre del futuro exvicefiscal, agarró por sorpresa a los funcionarios de Guerrero con su anuncio. Incluso a gente cercana a la gobernadora Evelyn Salgado, quien nomás no ha podido hacer gran cosa frente a la violencia generada por el crimen organizado.
Como se menciona en el título de esta nota, Gamboa se encargada de parte de la investigación del caso San Miguel Totolapan, en donde el pasado 5 de octubre se asesinó (oficialmente) a 20 personas, incluyendo al presidente municipal Conrado Mendoza y su padre.
El asesinato habría sido ejecutado por un grupo armado que, sin la menor resistencia, entró a las oficinas de la alcaldía de San Miguel Totolapan y asesinó a los presentes a quemarropa. El inmueble quedó completamente lleno de las huellas de la masacre.
Días después de los hechos, el subsecretario de Seguridad Pública de la Secretaría de Seguridad de Protección Ciudadana, Ricardo Mejía, dio a conocer que la masacre de Totolapan fue resultado de las disputas que existen entre los grupos criminales identificados como los Tequileros y la Familia Michoacana.
¿Y qué tenía que ver en eso el alcalde de Totolapan? Pues, de aclarar eso se estaba encargando el vicefiscal. El caso fue tomado por la Fiscalía General de Guerrero, bajo la promesa de juzgar a los responsables por los cargos de homicidio calificado múltiple y lesiones por arma de fuego en contra de dos personas.
De acuerdo con Animal Político, además de investigar el caso Totolapan, Ramón Celaya tenía la mira en Acapulco y municipios de Costa Chica. Ahí detectó vínculos entre la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y el grupo delictivo identificado como Los Rusos. El detalle, es que se supone que la UPOEG se dedica a ofrecer seguridad y justicia a la población…
Quizás la tensión de lo que se vive en Guerrero pudo haber sido una razón para su salida. Algo comprensible. Por ejemplo hace unas semanas, fue atacado a balazos durante el desalojo de miembros de la UPOEG de la carretera Acapulco – Pinotepa Nacional. En dicha operación, hubo detenidos… cosa que, obviamente, no agradó a la organización civil de “seguridad”.