Rechazan que el PAN tenga raíces nazis

El 12 de junio Rafael Barajas (el Fisgón) sacó un artículo en el cual explicaba la raíz nazi del PAN, ante este artículo, el director de la Fundación Miguel Estrada del Partido Acción Nacional, Aminadab Pérez Franco, rechazó que en las raíces de su partido se encuentre dicha corriente ideológica.

Aunque admitió que sí hay personajes dentro de sus filas que se inclinaron hacia la ultra derecha, eso no implica, según Pérez Franco, que la definición del partido se haya dado en términos de una organización profascista.

Según Pérez Franco, el PAN no tiene ningún fundamento Nazi. Evidentemente tiene una raíz católica, otra universitaria, una vasconcelista y una más ciudadana. Para el estudioso del PAN, es en esta última en la que hay simpatizantes de la ultraderecha ya que ese tipo de inclinaciones siempre las ha habido dentro del partido.

El estudioso del partido expuso que en medio del autoritarismo que imperaba en el sistema político mexicano, el PAN era uno de los pocos espacios con márgenes de acción independiente y esto hizo que muchas personas con ideología extrema llegaran y se fueran del partido:

«incluso los juveniles que trabajaron con Hugo Gutiérrez Vega tenían ideas muy radicales. Pero eso no significa que Acción Nacional sea una organización nazi o que plantee esa ideología»

Franco defiende que en los planteamientos históricos del panismo no ha habido una connotación racista o que hable de la supremacía de alguna raza. Tampoco hay planteamientos que justifiquen la violencia (claro, todo esto se puede ahorrar si vemos los «efectos» de las políticas panistas y no nos centramos únicamente en su discurso).

Según Pérez Franco:

«Todo lo que se puede leer en los textos nazis, desde Mi Lucha hasta cualquier otro, no coincide con lo que establece el PAN. Ni siquiera en las tácticas de nacionalsocialistas que entronizaron el uso de la propaganda»

«En el PAN, al contrario, hay problemas de propaganda y de relación con los medios de comunicación»

El Fisgón, en su investigación, retoma frases de la revista La Reacción, en la cual se externaba una clara simpatía por el nazismo y sus dirigentes. El director de la revista era Aquiles Elorduy y entre los colaboradores de la revista estaban Manuel Gómez Morín, Pedro Zuloaga, Manuel Herrera Lasso, y Gustavo Molina Font, todos fundadores del PAN.

Pérez Franco recordó que cuando hizo sus investigaciones sobre el PAN encontró que Zuloaga estaba en la Universidad de Munich durante el ascenso del nazismo y que fue colaborador de Albert Einstein en el desarrollo de la energía atómica. Al momento de huir Einstein de Alemania (era judío) Zuloaga retira todas las pruebas del laboratorio del científico para llevárselas a Estados Unidos y dárselas a Einstein en Princeton. Con ellos, estima Pérez Franco, se logró que los nazis no desarrollaran su programa atómico a tiempo.

Pero ese era el caso de Zuloaga, ya que Aquiles Elorduy sí era simpatizante nazi y fue candidato a la gubernatura de Aguascalientes, pero después fue expulsado del partido por motivo de sus artículos en los que atacaba al clero e, incluso, la revelación guadalupana.

No obstante, Pérez Franco indicó que entonces debería rastrearse también la raíz nazi del PRI ya que después Elorduy fue senador por parte de ese partido.

Por último, rechazó que Gómez Morín haya tenido simpatías por el nazismo ya que tiene textos que condenan el racismo y las posturas que fomentan el odio y la violencia.

El fisgón hizo sus investigaciones a partir de la búsqueda de textos panfletarios de ultraderecha los cuales tenían mucha circulación a principios del siglo pasado. Pero la mayoría fueron destruidos después deque terminó la segunda guerra mundial. Al final pudo consultar una colección casi completa del seminario de opinión llamado La Reacción (?) publicación que era manifiestamente pro nazi y elogiaba las conquistas alemanas en las guerras que se estaban sucediendo en ese entonces. Además elogiaban el valor y el entusiasmo del Führer:

«Hitler habla poco, y cuando lo hace es porque las circunstancias lo obligan a ello. En todo caso, obra militarmente más de lo que habla. Está en el frente de la lucha y como director de ella…»

Además la publicación protestó cuando nuestro país le dio asilo a 30 mil israelitas que huían del exterminio y explotó los sentimientos antiyanquis del pueblo mexicano e hizo una campaña constante contra el presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosvelt, a quien acusó de entrar en guerra contra Alemania:

«obedeciendo al impulso de la sangre judía que corre por sus venas y a las influencias de sus consejeros (semitas)»

Además La Reacción (?) fue responsable de la publicación de los tres volúmenes del libro Los judíos sobre América, del Dr. Atl (Así es, el pintor Gerardo Murillo), la obra cumbre del antisemitismo mexicano.

Si bien, es cierto que los fundadores del PAN evitaron lo más que pudieron pronunciarse al respecto del nazismo, nunca protestaron en contra de la publicación en la que colaboraban por el tipo de cosas que publicaban. ¿Esto es suficiente para condenarlos? No creo, pero sí es algo que uno debería tomar en consideración.

Pero bueno ya visto que las juventudes panistas no son las juventudes nazis, por lo menos tenemos claro que el fenómeno del panismo hay que estudiarlo en su propia especificidad y ver qué nos lanza un estudio tal. Por ejemplo, estudiarlo no sólo en lo que dicen, sino en lo que hacen y lo que causa lo que hacen (revisemos su políticas públicas, la manera en que protestan en contra del aborto, en contra de los matrimonios homosexuales, su políticas económicas (ver si funcionan o si sólo hacen una brecha más grande entre las clases sociales), la manera en que combaten el narcotráfico, o la manera en que le entregan las llaves de su jurisdicciones a la divinidad). Veamos si sus políticas no hacen, de hecho, lo que sus discursos no dicen (la división de la sociedad), o su constante referencia a las instituciones democráticas no son una excusa para otro tipo de cosas, veamos si no tratan de hacer una implementación de un «tradicionalismo» mexicano que tenga ciertos efectos con la gente (excluye a los que no comparten esa visión, por lo pronto). En fin, veamos que el panismo tiene mucho que darnos para ser estudiado y no en lo que dicen o escriben (que ya es bastante) sino en lo que pasa cuando ellos actúan. Pero no lo dejemos sólo en el panismo, los demás partidos también tienen mucho que explicar de sus propios procederes, cada uno de ellos nos van a mostrar una política distinta y esta política puede que difiera mucho de los discursos que sus políticos nos dicen.