De la calzada México-Tacuba hasta la colonia Roma. Las calles de la alcaldía Cuauhtémoc han cambiado. Las han cuadrado para que respondan al lema de “orden y disciplina“, mediante el borrado de los rótulos en los puestos ambulantes.
Se trata de la Jornada Integral de Mejoramiento Urbano que, como una paradoja, le ha dado en la torre a la riqueza gráfica popular, visual y cultural no sólo de la Cuauhtémoc, sino de Ciudad de México.
¿La razón? Por acá platicamos con tres activistas que forman parte de una respuesta colectiva en la defensa y recuperación de los rótulos —y por ende, de la identidad de Ciudad de México— para cachar por qué todo esto que pasa en la Cuauhtémoc importa.
¿Por qué importan los rótulos de la Cuauhtémoc?
Al menos, después de que quitaron los rótulos —para en su lugar poner los sellos de la alcaldía Cuauhtémoc y pintar parejo los puestos ambulantes— la gente comenzó a reclamar por esta jornada.
“Los rótulos son valorados y apreciados por gran parte de la población. ¿Eso, qué quiere decir? Que causan un goce estético y crean relaciones con el espacio público, al usuario le dan un lugar de arraigo”.
Para Aldo Solano, historiador del Arte e integrante de la RECHIDA (Red Chilanga en Defensa del Arte y la Gráfica Popular) esta es una de las razones por las que el rótulo debe ser considerado un bien cultural.
Porque “enriquece el paisaje de la ciudad”, además de que es una de las pocas cosas que pese al tiempo ha mantenido su propio lenguaje y, a partir de este, ha creado nuevas perspectivas (letras, tipografías, personajes, logos o caricaturas), de acuerdo con Solano.
Pero hay más: “Los rótulos nos dan identidad”.
En una charla vía Whats, Anahuac y Abi Dávalos —integrantes de Morras Chidas Rotulando— coincidieron en que la importancia de los rótulos está en la identidad que le proporcionan a una comunidad, precisamente gracias a la riqueza y diversidad gráfica.
En palabras de Abi Dávalos —además de lo dicho allá arriba por Anahuac—, “al hacer este tipo de acciones (el borrado) perdemos nuestra autenticidad, de dónde venimos y quiénes somos”.
#ConLosRótulosNo: un archivo de rescate
El 9 de mayo, Pintura Fresca publicó un video con los testimonios de los dueños de los puestos ambulantes que fueron intervenidos por la alcaldía Cuauhtémoc.
De viva voz escuchamos: “Ellos ponen su ley y punto”, porque contaron que la alcaldía no les consultó este cambio y más bien parecía una orden.
Y si bien esta jornada de mejoramiento urbano ya llevaba tiempo, apenas en la primera quincena de mayo los sellos de la Cuauhtémoc se hicieron virales.
Como respuesta nació la RECHIDA, integrada por un grupo de personas interesadas en la preservación de los rótulos de la Cuauhtémoc y la reparación del daño —tanto para los y las rotulistas como para los dueños o jefas de los puestos ambulantes intervenidos.
¿De qué va esta respuesta? RECHIDA ha pedido a la gente que comparta fotos de los rótulos destruidos en la Cuauhtémoc, los envíe a su cuenta de Instagram (@ re.chida) o las publique en redes con el HT #ConLosRótulosNo.
El objetivo aquí lo explica Aldo Solano: “es hacer un mapa, una especie de atlas de memoria de rescate. Estamos geoloocalizando en un mapa los rótulos perdidos, de esa forma ya podemos saber dónde están”.
No es la única invitación. Morras Chidas Rotulando se sumó al esfuerzo de RECHIDA y han invitado a la gente a que borde un rótulo y lo comparta con ellas.
“En Morras Chidas Rotulando usamos el bordado y rotulado para hacer denuncia y en esta ocasión invitamos a todas las personas —porque normalmente trabajamos con mujeres— para hacer visible (de manera colectiva) este acto que nos parece atroz”.
Lo compartido por Anahuac es sólo una de las muchas maneras para defender a la gráfica popular mexicana —la primera, en el caso de la Cuauhtémoc, comenzó con la colocación de papeletas con la leyenda “Aquí había un rótulo”. AQUÍ una nota con más contexto de lo que sucedió.
Por acá les dejamos las redes, por si le quieren entrar:
Instagram REDCHIDA: @re.chida.
Instagram Morras Chidas Rotulando: @morras_chidas_rotulando
“Sería bueno que lo hiciéramos siempre”
Para rematar este texto, les compartimos una reflexión en la que coincidieron —aunque en diferentes charlas— Aldo Solano, Anahuac y Abi Dávalos.
Para este grupo de activistas falta que hablemos aún más de la identidad gráfica popular mexicana para precisamente entender su riqueza e importancia, al igual que el reconocimiento —económico también— de los y las rotulistas y disfrutar lo que nos pertenece: el espacio público.
Porque desde la mirada del historiador “la reiteración del logotipo de la alcaldía Cuauhtémoc es demasiado violenta, esta estandarización de lo no estandarizado como los puestos ambulantes y encima la imagen de la alcaldía y eso ya suena a algo muy poco democrático.
Ya sabemos que estamos en la Cuauhtémoc. Las superficies de la ciudad no son un lienzo para las campañas políticas”.