La “chapomanía” está a todo lo que da. La autoridades de Culiacán ya están considerando hacer recorridos turísticos que te lleven a esos inolvidables sitios donde el Chapo pasó muchos momentos de felicidad, tristeza y adrenalina. Por nuestra parte, esperamos que, de concretarse el polémico proyectito, incluyan lo más cool de todo: los túneles y pasadizos secretos de sus casas.
En un recorrido especial para la prensa organizado por la marina, los periodistas pudieron echar un vistazo muy de cerca a esos elementos que hacían de las casas del Chapo un paraíso de seguridad y movilidad. Túneles de interconexión entre propiedades, accesos inesperados al desagüe de la ciudad, puertas reforzadas con mecanismos de agua, etc.
Al menos 7 casas de seguridad fueron adquiridas y reforzadas por el Chapo en Culiacán. De ellas, dos estaban conectadas entre sí de manera directa y el resto estaban conectadas con las tuberías principales del drenaje del municipio. Los accesos a estos túneles se encontraban escondidos con ingeniosos mecanismos y tenían puertas secretas bajo tinas de baño. Los túneles tienen entre 8 y 20 metros de longitud y están perfectamente iluminados.
Dispositivos y conductos de esta naturaleza le dieron al Chapo la oportunidad de escapar en múltiples ocasiones. Algunos artefactos simples, como las chapas de sus casas, estaban “enchulados” con ingeniosas y simples modificaciones que impedían la aplicación de ciertas maniobras para los equipos de asalto. Según elementos de la marina, una adaptación para rellenar de agua los cubos huecos dentro de las puertas de fierro de uno de sus escondites le dio 8 minutos de ventaja para escapar a través de un túnel en el interior de su propiedad durante un operativo el 17 de febrero.
“Tirar una puerta toma segundos… aquí nos encontramos con un mecanismo sencillo, pero efectivo”, explica un marino. Una puerta rellena de agua distribuye la fuerza de un golpe de barreta de manera muy distinta de una puerta hueca.
Según las autoridades, en todas las casas del Chapo había tres elementos, al parecer indispensables: whisky Buchanan’s 18 años, bolsas de dulces y una caminadora. Los dulces, afirman, eran para sus hijas (presentes, junto a su esposa y la nana, durante la detención del capo):
“Sabemos que El Chapo no soportaba pasar más de 10 días sin ver a sus hijas, por eso siempre tenía dulces a la mano.”
El Chapo contaba con conocimientos profundos sobre el sistema pluvial de Culiacán, y compraba propiedades y terrenos sólo si se encontraban sobre túneles “transitables” del drenaje.
En fin, estamos seguros de que, al menos en el futuro cercano, los “chapochismes” estarán en boca de todos, y que estos elementos, que rozan en lo ficticio, serán parte esencial de las anécdotas diarias. No obstante, no debemos perder de vista lo esencial: el uso del capital político que Peña Nieto haga de esta captura y los resultados efectivos que las investigaciones posibiliten en la lucha contra un cártel que parece no haber perdido nada con la caída de su gran líder.
Vía: La Jornada
Imágenes: CNN