Una victoria para las sexoservidoras del DF, quienes han ganado el reconocimiento de sus derechos laborales como trabajadoras no asalariadas.
Esto se pudo realizar gracias a un amparo que les fue concedido en febrero y que obligará a la Secretaría de Trabajo del Distrito Federal a que dé la categoría de «trabajadoras no asalariadas» a estas ciudadanas.
Así que la dependencia local comenzó la credencialización de las trabajadoras. Según Reforma, hasta el día de ayer 50 sexoservidoras ya habían recibido sus documentos.
Para poder obtener la credencial, la titular de esta Secretaría, Patricia Mercado, indicó que las mujeres deben presentar credencial de elector y la CURP, además de indicar el punto en el que trabajan.
Mercado expresó:
«Una cosa es trabajo sexual, otra cosa es trata. La trata, por supuesto, hay que combatirla, es un delito, no el trabajo sexual que libremente realizan»
La directora de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, Elvira Madrid, recordó que su organización impulsó dicho amparo, por motivo de los constantes operativos que se realizaban en la Merced:
«Ellas se molestaron muchísimo y dijeron: “ya estamos hartas. Siempre vienen con sus operativos, nos sacan y dicen que nos salvan, y seguimos puteando”»
«[Ahora] ya están reconocidas como trabajadoras no asalariadas para mejorar sus condiciones de trabajo, de la limpieza de los hoteles, de todas las autoridades que han estado siempre violentándolas»
La abogada Bárbara Zamora, del bufete Tierra y Libertad, presentó el amparo que fue resuelto por la juez primera de distrito en materia administrativa del DF, Paula María García Villegas.
La juez señaló que las sexoservidoras tienen derecho a formar sindicatos para mejorar su situación laboral.
Recordemos que la prostitución y la trata de personas son cosas distintas. No solamente las mujeres se prostituyen, también los hombres, y hay que distinguir entre los que ejercen libremente y los que sufren de explotación sexual. La explotación sexual afecta a hombres, mujeres, niñas y niños y es una forma de esclavitud, en cambio, el servicio erótico y sexual es algo que se puede ejercer con completa libertad.
Además de que el reconocimiento que están recibiendo las sexoservidoras podría mejorar la calidad de vida de las y los sexoservidores. Esta norma debería coordinarse con programas sociales, como servicios de salud.
Claro que el gobierno debe de buscar la manera de garantizar el acceso a otro tipo de trabajos a sus ciudadanos, pero esto no significa que se deba denigrar y desconocer esta realidad, en lugar de ignorar las cosas hay que pasar a regularlas y continuar con otro tipo de políticas.
***Vía Reforma