Cambiamos de siglo pero no de la manera de pensar, de las viejas prácticas e injusticias que constituyen los abusos y la explotación de los seres humanos. Para muestra basta conocer lo que sucedió en Sudán del Sur —que probablemente sucede en distintas partes del mundo, incluso en América–: una adolescente de 17 años de edad fue subastada por sus papás en Facebook.
¿Qué recibieron a cambio de la vida de Nyalong Ngong Deng? 530 vacas, tres automóviles de lujo, dos bicicletas, una lancha, teléfonos celulares y 10 mil dólares —algo así como 203, 100 pesos mexicanos—.
Entonces, Nyalong fue forzada a casarse con un “millonario” de la localidad de Juba —identificado como Kok Alat—, quien compitió con otros cuatro hombres —entre ellos un alto funcionario de gobierno— para “casarse” con la joven.
Despite various appeals made by human rights group, a 16 year old girl child became a victim to an online marriage auction post, which was not taken down by Facebook in South Sudan. Sinking part is that people are now opting for social media for fulfilling orthodox rituals. pic.twitter.com/tj4cMADeFN
— H4Human (@h4humanrights) 20 de noviembre de 2018
La venta de Nyalong
De esta manera, Nyalong —quien pertenece a la etnia Dinka—, se convirtió en la décima esposa del empresario, mientras en la publicación de la subasta se leían comentarios como “los hijos del ganador serán jugadores de la NBA”, debido a la altura de la joven.
Por parte de Facebook, la plataforma no logró identificar a tiempo la venta de Nyalong —vale mencionar que el post fue publicado el pasado 25 de octubre y el matrimonio entre la joven y el empresario se llevó a cabo el 3 de noviembre—.
Ante estos hechos, la organización Plan Internacional difundió el caso y denunció la participación de algunos funcionarios de Sudán del Sur, así como la respuesta de la red social.
Por su parte, Facebook explicó que había eliminado la publicación y advirtió que las subastas así como la venta de personas estaba prohibido —ya en una respuesta tardía ante el matrimonio entre Nyalong y un desconocido.
De acuerdo con la ONG Girls Not Brides, al menos la mitad de las mujeres en Sudán del Sur, uno de los países más pobres en África, se casan aún siendo menores de edad —lo que constituye una práctica ilegal, pero que continúa llevándose a cabo por encima de los derechos de las niñas—.