Todo un dilema. Mientras que los usuarios de Telegram en Brasil alegan la privacidad de sus mensajes y datos; otros señalan que primero está la detección y detención de grupos que podrían atentar contra la sociedad.
Pero bueno, el caso es que la aplicación de Telegram dejó de funcionar en Brasil, esto por orden de un juez y luego de que el aplicativo se negó a entregar datos de grupos neonazis que están bajo investigación por parte de la Policía Federal.
De acuerdo con O Globo, las fallas en Telegram comenzaron a difundirse entre usuarios de Brasil desde las 21:30 horas de ayer, 27 de abril.
La solicitud de información de grupos considerados como violentos por parte de la Policía Federal es a raíz de la detección de mensajes que incentivan ataques en escuelas. Y, aunque Telegram entregó algunos datos, se negó a proporcionar los números telefónicos de usuarios de un grupo neonazi.
El juez del estado Espíritu Santo, Wellington Lopes da Silva, pidió notificar a las empresas de telefonía Vivo, Claro, Tim y Oi, así como a las plataformas Google y Apple bloquear el uso de Telegram en todo Brasil.
Además del bloqueo de envío y recepción de mensajes, Telegram vio ampliada la multa que se le impuso por no entregar información: de 100 000 reales, ahora es de un millón de reales (aproximadamente 198 000 dólares)… por cada día que no entregue los datos que se le están solicitando.
Esta es la segunda vez que Telegram cae en Brasil por un mandato judicial. La primera fue apenas el año pasado… igual, por la misma razón: el aplicativo se negó a ofrecer datos de usuarios investigados por propagar discursos de odio. En esa ocasión, la orden fue levantada ya que la plataforma finalmente accedió a cumplir con las determinaciones judiciales.
La respuesta de Telegram a lo sucedido en Brasil fue bastante interesante. Uno de sus fundadores, Pavel Durov escribió que mantendrían la privacidad y la libertad de expresión en su plataforma.
“En casos donde las leyes locales vayan contra nuestra misión o pidan requerimientos tecnológicos imposibles, tendremos que salir de esos mercados. En el pasado, países como China, Irán o Rusia han prohibido Telegram por nuestra posición en materia de derechos humanos. Estos eventos, aunque desafortunados, son preferibles a traicionar las creencias con las que nos fundamos”.
Pavel Durov, a través de su canal de Telegram.
Específicamente del caso de Brasil señalaron que era imposible conseguir los números telefónicos que les piden y además, apelarían la decisión de la Corte en Brasil. Días antes contaron que el grupo de neonazis había sido eliminado, por lo que ya no tenían manera de acceder a los datos de sus exintegrantes.
En el otro lado de la moneda, la urgencia de que la aplicación afloje todo lo que tiene de dichos grupos es porque se especula que los usuarios se comparten no sólo piolines o memes, sino también tutoriales para asesinar, así como manuales para la fabricación de explosivos y, claro, textos y videos en los que se incentiva el odio hacia minorías.