Theresa May, la mujer que hace meses despertó la cábula entre la banda por su pasito del robot, ahora hace llorar hasta al hombre más rudo, al anunciar con lágrimas y voz cortada su renuncia a la dirigencia del Partido Conservador.
Con esto, Theresa May da chance de que sus correligionarios tengan un nuevo líder… a ver si así pueden sacar adelante el tema Brexit. “Hice lo que pude para convencer a los diputados para que respaldaran el acuerdo del Brexit“, dijo May al anunciar su dimisión, la cual se hará efectiva el próximo 7 de junio.
En el breve discurso ofrecido a las puertas de la residencia oficial en Downing Street, Theresa May señaló que para ella fue un honor haber servido como la segunda mujer Primer Ministro de Reino Unido. “Doy gracias por la oportunidad de haber servido a un país al que amo“, remató, para así anunciar el fin de su administración, luego de tres años.
Con este anuncio, May se mantendrá como Primera Ministra interina, en lo que el Partido Conservador recibe propuestas y analiza cuál queda mejor para suceder a la mujer que llegó al poder tras la renuncia de David Cameron… también por haberse tropezado con el Brexit.
La renuncia de Theresa May no llega de sorpresa. Durante los últimos días se barajeaba su salida y, en las últimas horas ya estaba considerada como un hecho, esto debido a que previo al anuncio, May se reunió con el presidente del Partido Conservador, Brandon Lewis, y con el jefe del Comité 1922 —el cual reúne a todos los diputados sin cargo en el Gobierno—, Graham Brady.
En su discurso, Theresa May enlistó los que considera que fueron los logros de su gobierno, entre ellos, abordar el déficit, reducir el desempleo y aumentar la financiación para la salud mental… pero acabó por admitir que “es y siempre seguirá siendo un motivo de gran pesar para mí no haber podido sortear el Brexit“. Tres veces lo intentó, pero nomás no le salió.