Pocas cosas deberían apremiar tanto a la humanidad como el hambre que impera en el mundo, principalmente en el continente africano. Por décadas, este problema ha estado lejos de resolverse, sin embargo, un hombre dice tener la solución…
Y no sólo la tiene, sino que ofrece regalarla.
Howard-Yana Shapiro es un científico vegano, hippie y director de ciencias de la agricultura de Mars (marca de golosinas y chocolates mundialmente conocida). En el 2010 dirigió un grupo de investigación sobre el genoma completo del árbol de cacao, del cual proviene el chocolate. Los resultados que obtuvo, le permitieron, en conjunto con varios científicos chinos y estadounidenses, comenzar a secuenciar y hacer públicos los datos y composición genética de “cultivos huérfanos”, tales como el ñame, el mijo, el cacahuate, la yuca y la batata (camote).
Debido al poco interés económico que representa para las grandes compañías de semillas y agroquímicos como Syngenta, Bayer o Monsanto, los llamados “cultivos huérfanos” han sido ignorados no sólo por la industria sino hasta por los científicos y gobiernos.
Curiosamente, cerca de 250 millones de pequeños agricultores en África dependen de este tipo de cultivos para alimentarse y subsistir. Tras sus investigaciones, Shapiro asegura que hay un gran potencial para desarrollar variedades más resistentes de estos cultivos por medio de la combinación de nuevas herramientas biotecnológicas (como la ‘marca genética’) y los métodos tradicionales de cultivo, sin que esto represente alteración o inserción de genes.
Como es hippie y buena onda, Shapiro pondrá estos métodos al alcance de todos, con la esperanza de que sean empleados en regiones con hambruna, como África. Así lo comenta el propio Shapiro:
“La información genética se pondrá en la web y se ofrecerá gratuitamente a los granjeros, las empresas de semillas y los agricultores con la condición de que no sea patentada. También se abrirá una academia para la mejora de los cultivos en África en Nairobi, Kenia (…) No es caridad. Es un regalo. Es una mejora de la agricultura africana. Estos cultivos no serán trabajados por las cinco grandes compañías (de semillas). Ellos no lo ven como competencia”.
La verdad no suena tan descabellado. A veces los grandes cambios provienen de ideas así. Obviamente, para llevar a cabo este proyecto, harían falta recursos y una buena planeación, pero si se desarrolla de forma adecuada, podría aminorar el problema de la hambruna en África y otras zonas del planeta.