¿Cuántas veces hemos querido pasar un crucero peligroso y los automovilistas gandallas nomás no nos dejan? Si alguna vez has tenido este problema, te contamos lo que hizo una anciana en China para detener el tráfico y cruzar la calle. Sólo necesitó una muñeca inflable.
Esta venerable chinita de edad avanzada, cansada de ver como los carros no respetaban a los peatones en un cruce cercano a su casa, tuvo la ocurrencia de amarrar una muñeca inflable (de esas que los hombres solitarios usan como consuelo) en un árbol que se encuentra justo en el sitio del problema.
La desesperada acción tenía como objeto que los conductores se detuvieran a observar a la muñeca, y así dejaran pasar a los peatones. Aun no sabemos qué tan bien funcionó esta táctica, pero según The Huffington Post, la anciana pasó un par de veces sin problema alguno.
Después de esta nota, nos surge una duda: ¿De dónde sacó la abuelita esa muñeca? Y el atuendo con el que la vistió… ¿será el que usa para mantener contento al abuelo… o mejor aún, será de su nieta veinteañera? ¡Mejor hubiera puesto a su nieta en el árbol!
Díganle a Marcelo Ebrard que instale de estas muñecas como señales de tránsito en los cruceros más complejos del Distrito Federal. ¡Serían un éxito! aunque seguramente no faltaría quién se las robe.