Si no sabes qué ver en el cine esta semana, pues estás de suerte porque el ciclo “Chaplin para siempre“ sigue trayéndonos lo mejor del maestro a la pantalla grande. Hoy recordamos “The Gold Rush“ , una de las piezas más graciosas y críticas del gran Chaplin. Una pieza sobre la fortuna, el amor y la pobreza.
Esta gran película nos cuenta la historia de Charlot, un vagabundo con porte que usa un bastón y un sombrero para verse más sofisticado. El vagabundo que encantó al mundo entero también funciona como una excelente crítica a la búsqueda de la riqueza.
Pero aún más importante que esto es el hecho de que esta película sigue siendo muy, muy graciosa: los chistes parten de situaciones con las que cualquiera puede identificarse, son gags ingeniosos y sutiles, sin agresiones, ni crueldad.
El protagonista abre la película deambulando por Alaska y buscando refugio en la casa de un delincuente; durante esta parte de la película, el director nos muestra como solo él podría hacerlo, la injusticia social y lleva la idea de hambre hasta sus últimos límites, con la sublime escena del protagonista visualizando a su compañero como si éste fuese un pollo rostizado y saciando su hambre con una suela de zapato (que por cierto, estaba hecho de regaliz).
Y claro, el amor no puede faltar una historia tan entretenida como esta: Charlot está enamorado de una bailarina que no le hace caso. ¿A quién no le ha pasado que se le caen los calzones pantalones cuando baila con la chica que le gusta?
Charlot cambia, se vuelve millonario y viaja en un crucero, se encuentra con su enamorada y ésta lo acepta sin saber que su fortuna ha cambiado.
La trama se inspira en la fiebre del oro que se vivió en el siglo XVII, específicamente con la expedición del grupo Donner; que se perdió en Sierra Nevada (California) en 1846 y que tuvieron que recurrir a comerse sus propios zapatos y al canibalismo para sobrevivir. Para la filmación se necesitaron más de 600 extras, en su gran mayoría vagabundos, que llegaban en tren desde Sacramento.
La Quimera del Oro fue un triunfo internacional, después del estreno incluso pedían escenas particulares como el baile de los panecillos.
Esta película realizada con un toque de elegancia, tiene un irresistible encanto. Chaplin puede todavía competir con cualquier pieza en cartelera y sin duda, esta es una de las mejores comedias mudas de todos los tiempos.
Aquellos que no la han visto, se están perdiendo la oportunidad de ver a un vagabundo como protagonista, el personaje más famoso creado por Chaplin. Y aquellos que ya la vieron, tendrán la oportunidad de ver a Sir Charles “Charlie” Spencer Chaplin en la pantalla grande con ésta y otras de sus películas más emblemáticas, durante el ciclo que Cinépolis y la Cineteca Nacional hicieron para celebrar los 100 años del genio del cine mudo.
Entra al micrositio cinepolis.com/chaplin para conocer detalles de horarios y fechas de exhibición. Si prefieres vivir la experiencia Chaplin en casa, puedes ver Gold Rush y el resto de las películas del ciclo a través de Klic.