Lo que necesitas saber:
Recordemos 5 discos que estuvieron bajo la producción de Gustavo Santaolalla y que lo consolidaron como un productor legendario.
Gustavo Santaolalla tiene un lugar legendario en la historia de la música como compositor, intérprete y multiinstrumentista. Pero por si fuera poco, Santaolalla se ha rifado detrás de la consola en el estudio, produciendo, dirigiendo, grabando y aconsejado a bandas enormes.
Ahora, con el inminente lanzamiento del nuevo disco de Meme, quien nos contó más sobre su nuevo disco por acá, notamos que Don Gustavo es el productor de lo que seguramente será otro discazo en su discografía. No fue fácil seleccionarlos, pero recordemos 5 discos que estuvieron bajo la producción de Gustavo Santaolalla y que lo consolidaron como un productor legendario.
5 discazos bajo la producción de Santaolalla
Ré – Café Tacvba (1994)
Gustavo Santaolalla estuvo en la producción del que quizás sea el disco más importante del rock en español. Este parteaguas en el rock latinoamericano nos mostró que Santaolalla entendió la energía caótica y multidimensional de Café Tacvba y la llevó a un registro discográfico que rompió cualquier molde.
Re simplemente suena perfecto de principio a fin, y la tarea no era fácil, ya que los Tacubos combinaron huapangos, rock, baladas y rolas bailables, y la producción de Gustavo Santaolalla producción capturó la identidad irreverente de la banda con un pulso experimental que sigue sonando fresco tres décadas después.
Molotov – ¿Dónde Jugarán las Niñas? (1997)
Los molochos se aventaron un disco incendiario, crudo y contestatario que necesitaba de un productor con la valentía de no cambiar a sus artistas para “encajar” en la radio o en las listas de éxitos. Santaolalla potenció la furia y la ironía de Molotov sin comprometer el filo de sus letras ni la crudeza de su sonido, pero logró grabarlos y hacerlos sonar impecables a pesar de ser una banda distorsionada y que grita en sus canciones.
Con esta producción Santaolalla hizo un álbum que definió el rock mexicano de los noventa y que aún resuena como grito de inconformidad.
Bersuit Vergarabat – Libertinaje (1998)
Con Bersuit, Santaolalla supo equilibrar el desenfado con la sofisticación de un oído privilegiado. Libertinaje es un ejemplo de cómo transformar una banda de culto en fenómeno popular sin perder autenticidad, con una variedad de estilos y guiños al jazz y al funk.
Su producción permitió que las letras corrosivas de Gustavo Cordera convivieran con arreglos que hicieron del álbum un clásico inmediato, e hicieran al mundo voltear a ver a Bersuit Vergarabat como un referente del rock latinoamericano.
Divididos – La era de la boludez (1993)
La producción de Gustavo Santaolalla en La era de la boludez fue decisiva para consolidar a Divididos como una de las bandas más potentes del rock argentino de los 90. Santaolalla llevó a la banda a grabar en Los Ángeles y supo capturar la crudeza y la energía demoledora de Mollo, Arnedo y Araujo, pero con un sonido de nivel internacional. Su experiencia en Estados Unidos le permitió darles un audio sólido y expansivo, con guitarras filosas, bajos profundos y una batería potente, sin perder la identidad visceral que distinguía a Divididos en vivo.
Al mismo tiempo, Santaolalla aportó su sensibilidad para equilibrar la experimentación con la inmediatez. Canciones como “Qué ves?” y “Salir a asustar” muestran cómo la producción impulsó el lado más directo de la banda, mientras que en piezas como “El 38” o “Paisano de Hurlingham” muestran un trabajo fino y mucho más atmosférico. El resultado fue un álbum que no solo consolidó a Divididos como una aplanadora del rock, sino que también conectó con un público masivo sin sacrificar intensidad ni complejidad. Santaolalla les dio la plataforma sonora ideal para convertirse en referentes absolutos del rock argentino en esa década.
Julieta Venegas – Bueninvento (2000)
Con Bueninvento (2000), Julieta Venegas rompió con la imagen más acústica y melódica de su debut y se adentró en un terreno experimental, obscuro y arriesgado que le tiró al eclecticismo de Fionna Apple o PJ Harvey.
Bajo la producción de Gustavo Santaolalla, el disco exploró texturas de rock alternativo con tintes electrónicos, bases de bossa nova, e incorporó metales, órganos, y texturas con las que Julieta no había trabajado anteriormente.
Todo esto contrastaba con la dulzura de su voz y la sensibilidad de sus letras. Santaolalla fue clave para darle cohesión a esa exploración, y darle a todo el disco un sonido característico, y aunque habían muchos más elementos que en trabajos anteriores, los logró mezclar a la perfección. Bueninvento se convirtió con el tiempo en una pieza de culto, con un cambio en Julieta que resultó hipnotizante.
En lo que esperamos el lanzamiento del nuevo disco de Meme del Real, podemos ir apreciando estas 5 joyitas que se aventó Don Gustavo Santaolalla como un productor legendario que estará detrás del nuevo disco del Tacvbo.
