Lo que necesitas saber:
Desde mercados de comida hasta restaurantes Michelin: 8 lugares para comer bien en Bangkok sin caer en trampas turísticas.
Ir por primera vez a Bangkok puede ser una experiencia abrumadora: tráfico, calor, caos, motos, templos, humedad y olores que te persiguen por todos lados. Y aunque la comida tailandesa es una de las más populares y aclamadas del mundo, siempre es imposible no preguntarse ¿Dónde comer en Bangkok sin caer en las trampas de turista?
Bangkok tiene más de 30 restaurantes Michelin, puestos callejeros legendarios y mercados donde se come mejor que en muchos hoteles de lujo.
Por eso, después de una semana probando algunos de los mejores lugares, aquí va una guía real, calada y garantizada de los mejores lugares para comer, si vas por primera (o por segunda, tercera, o enésima) vez a la capital de Tailandia o Dónde comer en Bangkok sin caer en las trampas de turista.
1. Nusara: tradición tailandesa elevada a poesía
Ubicado a unos pasos del Wat Pho —el templo del Buda Reclinado—, Nusara conecta pasado y presente con una sensibilidad única. El chef Thitid “Ton” Tassanakajohn, uno de los cocineros más influyentes de Asia, abrió el restaurante en 2020 junto a su hermano Chaisiri “Tam” Tassanakajohn como homenaje a su abuela, Nusara, de quien heredaron las recetas, la disciplina y el amor por la comida.
El comedor es pequeño, casi íntimo: solo diez comensales por noche, lo que convierte cada cena en una experiencia personal. Desde su apertura, Nusara se volvió una de las reservaciones más codiciadas de Bangkok y, en 2025, debutó en la lista de The World’s 50 Best Restaurants, consolidando el legado de Ton.
Apasionado por resaltar los ingredientes tailandeses, Ton combina las recetas familiares con inspiración en los antiguos libros de cocina de hace más de 200 años.
El resultado es una versión refinada y emocional de la gastronomía tailandesa contemporánea: un puente entre pasado y futuro, como el propio barrio donde se ubica —entre mercados antiguos, templos budistas y arquitectura moderna a orillas del Chao Phraya.
Sus platillos más emblemáticos está el curry azul de cangrejo, servido con fideos de arroz crujientes: un golpe de color, textura y sabor que se ha vuelto su firma. Los platos principales se sirven al centro, al estilo tailandés, celebrando la idea de compartir.
Todo se acompaña de un servicio impecable a cargo de Tam. La experiencia comienza en el elegante bar Nuss, ubicado en la planta baja, y culmina en el comedor con vista al templo Wat Pho, o mejor aún, con un cóctel en la terraza al caer la noche.
Nusara no busca impresionar, sino emocionar: rescata la memoria familiar para reinventar el orgullo de una nación entera, servida en diez asientos y un sinfín de sabores.
Ubicación: Sala Daeng Rd, Bangkok
1 Estrella Michelin (2023)
Imperdible: el amuse-bouche de cangrejo con curry amarillo.
2. Mercado Or Tor Kor: el paraíso de los sabores reales
Si solo pudieras comer una cosa en Bangkok, hazlo aquí.
El mercado Or Tor Kor (a veces escrito Or To Pok) es considerado uno de los 10 mejores mercados de comida del mundo, y con razón: todo lo que se vende parece salido de una película de Wes Anderson donde todo brilla, huele bien y tiene el tono exacto de madurez.
Este es el lugar donde los chefs de Bangkok compran sus ingredientes, y donde los locales vienen a recordar cómo sabe la comida tailandesa de verdad. Las frutas están tan perfectas que parecen editadas: los mangos amarillos, sin un solo rasguño, son casi una obra de arte.
Aunque no es el mercado más grande de la ciudad, sí es el más refinado.
Bajo un mismo techo encontrarás ingredientes frescos para cualquier receta tailandesa, puestos de mariscos al vapor, curries de todos los colores, y montañas de nam prik —esas salsas de chile que son la base de todo lo que pica y emociona en Tailandia—.
En la zona de comida preparada hay filas interminables de platillos listos para llevar, y justo a un costado, un food court limpio, organizado y sin fichas o cupones (algo casi milagroso en Bangkok). La experiencia recuerda más a un supermercado gourmet que a un mercado tradicional: todo es pulcro, bien iluminado y sorprendentemente relajado.
Puedes pedir algo que te llame la atención, sentarte en una de las bancas del centro o moverte al área del food court para comer tranquilo, entre aromas de curry, vapor de arroz y conversaciones en tailandés.
Ubicación: frente al Chatuchak Market
Imperdible: el mango sticky rice y los curries hechos al momento.
Tip Sopitas: ven con hambre, sin itinerario y sin miedo a las rarezas
3. Potong: la historia que se cocina en una vieja farmacia
Ubicado en un edificio estrecho de cinco pisos en pleno Chinatown, el restaurante ocupa lo que durante más de un siglo fue la botica de la familia de la chef Pichaya “Pam” Soontornyanakij. El espacio fue restaurado durante dos años y medio, respetando su historia.
Hoy el segundo piso alberga el comedor principal; el cuarto y quinto son hogar del Opium Bar, un speakeasy de cócteles; y el tercero conserva un cuarto original con dibujos pintados a mano de tigres que datan de principios del siglo XX.
Pam —de ascendencia tailandesa, australiana y china— se formó en el legendario Jean-Georges de Nueva York y fue juez en Top Chef Thailand. Hoy es una de las figuras más influyentes de la gastronomía asiática, ganadora de Asia’s Best Female Chef 2024 y The World’s Best Female Chef 2025.
Su menú degustación de 20 tiempos combina raíces thai-chinas con técnica contemporánea. Todo gira en torno a cinco elementos: sal, acidez, especia, textura y reacción de Maillard (esa caramelización que da sabor profundo a las proteínas).
Entre los platos más memorables están Historical Stories —con huevas de cangrejo, brioche y cangrejo azul—; Bold, un pato añejado 14 días; y su reinterpretacióón del Pad Thai.
Potong no es solo un restaurante: es una experiencia sensorial y emocional que viaja entre generaciones, culturas y recuerdos. Pam convierte la memoria familiar en arte comestible, demostrando que la alta cocina también puede ser íntima y espiritual.
Ubicación: Vanich 1 Rd, Chinatown
1 Estrella Michelin, Asia’s 50 Best Restaurants #13 (2025)
Imperdible: el plato “Childhood Memory” y el pato añejado por 14 días.
4. Sühring: El mejor restaurante de Alemania no está en Alemania
En una villa rodeada de jardines, los gemelos Thomas y Mathias Sühring reinterpretan su infancia alemana con una precisión que conmueve.
Sühring combina técnica, nostalgia y calma: panes artesanales, fermentos, mantequillas ahumadas y una cocina donde la exactitud se siente humana.
La influencia europea se celebra abiertamente en una ciudad famosa por sus especias intensas y sabores eléctricos.
Entre los platos más destacados están la vieira con calabaza y alga kelp, la langosta con vainilla, caqui y avellanas, el wagyu A5 de Kagoshima con zanahoria kintoki y rabo de res, y los clásicos spätzle (fideos de huevo) coronados con trufa Périgord, una oda a la nostalgia culinaria alemana con un toque de indulgencia.
Sühring forma parte de la prestigiosa liga Relais & Châteaux y ha mantenido dos estrellas Michelin desde 2018, confirmando su estatus como uno de los templos gastronómicos más consistentes del continente. La experiencia se completa con un maridaje de vinos provenientes de Rheingau (Alemania) y Kremstal (Austria), o una versión de jugos para quienes buscan algo distinto pero igual de refinado.
El resultado: una experiencia cálida, elegante y sorprendentemente emocional.
Un refugio que demuestra que incluso en Bangkok, el orden también puede tener alma.
Ubicación: Yen Akat Rd, Bangkok
2 Estrellas Michelin, The World’s 50 Best #22 (2025)
Imperdible: el pan fermentado con mantequilla ahumada y el spätzle con trufa.
5. Le Du: la nueva cocina tailandesa
Ganador del Asia’s 50 Best Restaurants 2023, Le Du es la versión más contemporánea y depurada de la cocina tailandesa.
Desde 2013, el chef y copropietario Thitid “Ton” Tassanakajohn ha estado en una misión: mostrarle al mundo el verdadero potencial de la gastronomía tailandesa.
Formado en el Culinary Institute of America, trabajó en algunos de los mejores restaurantes de Nueva York —incluyendo Jean-Georges y Eleven Madison Park— antes de regresar a Bangkok con una visión clara: elevar los ingredientes locales con técnica moderna y precisión internacional.
El resultado es una cocina que combina alma y sofisticación, donde cada plato respira identidad tailandesa pero con un enfoque global.
Si Nusara es un poema al pasado, Le Du es una carta abierta al futuro.
Ubicación: Silom Rd, Bangkok
1 Estrella Michelin · Asia’s 50 Best #1 (2023)
Imperdible: El camarón de río. Una delicia.
6. Gaggan: cuando la comida se vuelve performance
El chef Gaggan Anand convirtió la cena en espectáculo. Su restaurante es irreverente, político y divertido: luces, música y platos que se comen con las manos mientras suena rock.
Gaggan fue el genio detrás del restaurante número uno de Asia durante varios años, con dos estrellas Michelin, hasta que un día decidió cerrarlo todo. ¿Por qué? Porque odiaba la idea de que la alta cocina se tomara tan en serio.
Para él, cocinar es hacer ruido: cada plato es un mensaje sobre el ego, la cultura, la política y la absurda solemnidad de la gastronomía. Aquí, el sabor también protesta —es un espectáculo que combina comida, música y actitud. Gaggan no solo cocina… compone, provoca y desafía.
El chef está en una misión por empujar los límites, buscando crear “una aventura culinaria para los sentidos y una montaña rusa de emociones”.
Esa misma irreverencia se refleja en todo: en la experiencia, en su sentido del humor y hasta en la forma en que se presentan los platillos.
En 2024, el restaurante retomó su nombre original, Gaggan, reafirmando su espíritu libre y su rechazo a cualquier etiqueta.
Ubicación: Sukhumvit Soi 31
Imperdible: “Lick It Up”, el plato que literalmente se come lamiendo el plato
7. Ms. Maria & Mr. Singh: amor entre mole y curry
El restaurante está inspirado en una historia de amor entre una mexicana y un indio, y cada platillo es un guiño a ese romance cultural que mezcla sabores, emociones y caos sabroso.
El lugar es un choque feliz de colores y energía: parte altar del Día de Muertos, parte sueño psicodélico. La terraza exterior, llena de luces y plantas, refuerza la sensación de que estás comiendo en casa de un amigo que cocina increíble y pone buena música.
En el menú, el amor nunca es “mild”, como dice el letrero de neón en la entrada. Hay quesadillas de paneer con curry de cangrejo local, papdi chaat (botana india) reinterpretada con guiños mexicanos y tacos de cerdo vindaloo que demuestran que las fusiones, cuando hay historia detrás, funcionan.
Todo aquí es generoso, divertido y con precios mucho más relajados que en otros templos del fine dining de Bangkok.
Ms. Maria & Mr. Singh no pretende ser un restaurante romántico, sino una metáfora de lo que pasa cuando dos culturas se mezclan sin miedo: sabor, fiesta y amor en estado puro.
El resultado es una fiesta: tacos con curry, mole con masala y mucha personalidad, que te hace replantear las similitudes que pueden existir entre la cocina india y la mexicana: A ambos nos unen los sabores intensos, picosos y por supuesto el amor para comer con una tortilla, de harina o de maíz.
Caos sabroso, sin reglas, pero con corazón.
Sukhumvit Soi 31
Imperdible: tacos de butter chicken y postre “Spicy Chocolate Lo”.
8. Noodles callejeros: la verdadera alma de Bangkok
Siempre que uno se pregunta dónde comer en Bangkok, es imposible no pensar en la comida callejera y es que, Bangkok se entiende mejor con un plato de noodles en las manos. Los puestos de sopa, pad thai y fideos son el corazón de la ciudad: rápidos, picantes y sinceros.
Y si hay un lugar que lo representa, es Ta Chai Sukhothai Noodles, una fonda local ubicada en el área de Sao Chingcha, famosa por su versión del clásico Sukhothai-style noodles. Aquí no hay manteles, ni reservas, ni menú degustación. Solo fideos perfectamente cocidos, un caldo dulce hecho con huesos de cerdo y una mezcla adictiva de texturas: ejotes largos, cacahuates tostados, carne de cerdo molida y brotes de soya.
Cada bocado tiene ese equilibrio que define la cocina tailandesa: picante, ácido, dulce y salado… todo al mismo tiempo. El menú ofrece opciones con o sin sopa, pero la estrella es el Tom Yum Noodles, que logra ser intenso sin enchilarte de más.
No hay reservaciones ni códigos de vestir, solo sabor y humildad. El verdadero sazón de cualquier lugar, se prueba y mide en los puestos de comida callejera y este abre todos los días de 6am a 2pm.
Cualquier esquina de Yaowarat o Silom. Al que yo fui se llama: Ta Chai Sukhothai Noodles
Imperdible: noodles con cerdo, huevo y chili flakes por menos que un café.
Comer en Bangkok no es turismo, es inmersión
Desde los mercados hasta los templos Michelin, la comida en Bangkok, es una forma de entender la cultura, el amor y el caos.
Así que si es tu primera vez y te preguntas dónde comer en Bangkok, olvídate de las guías de “dónde no enfermarte” y lánzate a descubrir por qué en esta ciudad cada plato tiene alma.
Porque en Bangkok, hasta un bowl de noodles es capaz de contarnos una historia.
