Lo que necesitas saber:
Florence Welch está de regreso con 'Everybody Screams', después de sobrevivir una situación de salud complicada. Les dejamos 5 claves de este disco.
Florence Welch está de regreso y, como siempre, viene a lo grande con un disco con muchas ideas y la fuerza lírica que la distingue. Everybody Scream marca el sexto disco de estudio de Florence + The Machine, y llega tres años después de Dance Fever (2022), disco que mezclaba espiritualidad durante lo último de la pandemia y baile como una forma de catársis.
Pero ahora, la cosa va por otro lado, en pleno Halloween, Everybody Scream es un álbum que suena a desahogo, a denuncia y al ritual musical que suele tener el sonido de Florence + The Machine. Florence vuelve con todo su poder vocal y esa teatralidad que la ha convertido en una de las voces actuales más fascinantes. Les dejamos 5 claves de Everybody Scream.
5 datos sobre lo nuevo de Florence + The Machine
Un disco que significa el resurgimiento de Florence Welch
Este sexto álbum llega después de un periodo de crisis para Florence Welch, en el que enfrentó temas de salud y vulnerabilidad que se cruzaron en su camino, y eso lo marca todo. La idea del grito no es solo estética sino transformación: lo que muere, lo que se deja ir, lo que se hace visible.
La apertura del disco tiene un órgano impresionante, coros que suenan a un tipo de ritual y le mete al rock teatral, con Florence al frente, como una de las mujeres icónicas del género. Florence siempre nos ha cautivado con su mezcla de lo íntimo y el espectáculo a gran escala. Vuelve con más fuerza tras una c
Horror folk, misticismo y poética femenina de empoderamiento
Este disco tiene brujería, mitos del cuerpo, la feminidad y la mortalidad. Eso se traduce en una atmósfera sonora más oscura, en letras que hablan de límites físicos (“lo que mi cuerpo ya no puede”), en imágenes de ritual, resistencia, grito colectivo. Florence inclusive se compara con animales mitológicos.
Es un disco inmenso pero consciente, en el que Florence grita sobre ser vulnerable, y también sobre el sufrimiento, la discriminación y vivir en un mundo adverso. “One of the Greats” brilla como la canción más ejemplar de esto.
Si muchas veces la grandeza se piensa en masculino Florence pregunta: ¿cuál es el costo para una mujer que ocupa ese espacio?
Un disco que contrasta entre lo universal y lo íntimo
Desde el single “Everybody Scream” hasta las colaboraciones y arreglos, el disco apuesta por momentos de estadio, pero también de intimidad obscura. Florence tiene un estilo teatral de glam rock.
Parte del cambio viene de que el disco, que fue escrito en los últimos dos años, fue escrito junto a Mark Bowen, Aaron Dessner, y sorpresivamente Mitski.
Sonido clásico de Florence, colaboraciones actuales
Aunque no da un giro radical al catálogo de Florence + The Machine, sí ajusta su sonido para reflejar lo que hay detrás: la voz de Florence sigue siendo el centro, pero los arreglos y producción (Aaron Dessner, James Ford, Mark Bowen) le dan nuevos matices.
Mantiene el estilo de un pop barroco, inclusive alternativo épico, pero el nuevo lado más íntimo y hasta con una economía instrumental nueva, da un sentido innovador. Se aprecian los momentos de calma antes de la tormenta como en “Kraken”, los arreglos que suben y bajan. Es un álbum dinámico que no se siente pesado.
La coproducción ideal de Aaron Dessner en el disco
La presencia de Aaron Dessner de The National, y colaborador habitual de Taylor Swift en Everybody Scream es uno de los ingredientes más interesantes del nuevo sonido de Florence + The Machine.
Conocido por su sensibilidad melancólica y su capacidad para construir paisajes sonoros íntimos se nota en los momentos más contenidos del álbum: guitarras acústicas tenues y un uso elegante de la atmósfera para sostener la voz de Florence sin sofocarla. En temas como “One of the Greats” o “Buckle”, la producción de Dessner ayuda a equilibrar el dramatismo característico de Welch con una sensación de cercanía que innova en su sonido.
Su influencia le da a Everybody Scream un tono más introspectivo, menos teatral y más humano, lo que se complementa con la idea de música enorme y teatral de Florence. Es la colaboración que demuestra cómo, incluso dentro del maximalismo de Florence, hay espacio para la sutileza y la calma.
Everybody Scream es una declaración después de que Florence se salvó de la muerte. La gran voz de Florence + The Machine se mantiene, la sensibilidad crece, y tenemos Florence Welch para muchos años más.

