El talento mexicano se extiende por todo el mundo y un gran ejemplo de ello, son los clubes europeos. Anika Rodríguez es una delantera mexicoamericana que milita en el PSV de los Países Bajos y pone en alto las banderas de ambos países.
La atacante de 24 años de edad firmó con el equipo holandés en junio de 2020, pero su desempeño convenció a los directivos para extender su contrato en abril de 2021. Ahora, permanecerá en la institución hasta mediados de 2022.
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¡Felices de tenerte un año más como rojiblanca ⚪️, @anikaarodriguez!
— PSV Español (@PSVespanol) April 28, 2021
Así como muchas otras mexicoamericanas, Anika Rodríguez presume ascendencia azteca gracias a sus abuelos y padres. Sin embargo, en un principio tuvo participación con las categorías inferiores de Estados Unidos. De cara a una nueva Fecha FIFA, fue convocada por Mónica Vergara para enfrentar a Colombia, junto a alguien muy especial.
Su hermana es Karina Rodríguez, zaguera de 22 años, que debutó con la escuadra mayor del Tri Femenil en febrero de 2021. Ella ha sido su compañera, su rival y su gran apoyo; asimismo, en el camino ha compartido la cancha con otras jugadoras como Jennifer Muñoz y Jocelyn Orejel.
El ascenso de Anika Rodríguez
Desde que era una adolescente, llamó la atención de algunas universidades y recibió una beca en la Universidad de California en Los Ángeles. Más allá de los estudios, los obstáculos se presentaron en su primer año, en forma de lesión de ligamento cruzado.
Anika Rodríguez se perdió su primer año, pero cuando pudo debutar, se rodeó de figuras como Hailie Mace, Ashley Sánchez y Jessie Flemming, quien ahora juega para el Chelsea. La mexicoamericana brilló en su primera temporada: 8 goles, 9 asistencias y disputó el juego por el campeonato junto a su hermana Karina.
Desafortunadamente, la lesión de ligamento cruzado volvió a aparecer en otoño de 2018. Poco a poco, se concretó una nueva recuperación, que terminó en septiembre de 2019 y la llevó al Portland Thorns de la NWSL, con el que disputó la Challenge Cup; si bien se perdió el Draft, su talento la apuntaló a la profesionalización.
También es cierto que la adaptación al futbol de los Países Bajos tiene su complejidad, pero Anika Rodríguez ha logrado acostumbrarse a aspectos como el lenguaje y una cultura diferente. Por si fuera poco, se cruza el aspecto familiar, pues miles de kilómetros de distancia.
“Soy una persona centrada en mi familia, ellos son mi mundo. Estar lejos de ellos ha sido difícil, pero crecer como una persona independiente es de lo que más aprecio. El equipo se ha convertido en mi familia“, relató la atacante en un evento con Jennifer Muñoz y Renata Masciarelli del América Femenil.
