Dinamarca se convirtió en el tercer invitado a las semifinales de la Eurocopa después de imponerse 2-1 a la selección de República Checa. Ahora, esperan rival entre Ucrania e Inglaterra pero tienen garantizado el boleto a Wembley.
El conjunto danés vuelve a las semifinales después de 17 años, cuando en la edición que se celebro en Portugal, fue eliminado por el equipo checo. Desde ese entonces se ausentó a la Euro del 2008 y en 2012 fue eliminado la primera ronda. En 2016 tampoco calificó.
Kasper y el sueño de emular a su padre
Aunque no son parte de los favoritos, Dinamarca aspira a un nuevo capítulo de gloria dentro de la Eurocopa, en la cual guarda su más grande éxito en futbol, pues ganó la edición de 1992, a la cual asistió como invitado de último momento, tras la baja de Yugoslavia por la guerra de los Balcanes.
En aquel equipo se encontraba el legendario portero Peter Schmeichel, quien fue figura en la tanda de penales de las semifinales contra Países Bajos y ahora el apellido vuelve a estar presente en el arco danés, gracias a Kasper, hijo de Peter.
¿Qué le falta a Kasper para igualar a Peter Schmeichel?
No sólo la comparación es injusta, sino que los torneos de 1992 y el actual, son diferentes, pues para coronarse, Peter Schmeichel disputó cinco partidos, incluido el de la final contra Alemania.
Si Kasper quiere emular la hazaña de su padre, entonces deberá haber disputado siete encuentros, pues en 1992 la Eurocopa no tenía Octavos de final ni Cuartos de Final.
En cualquier caso, Kasper mantiene una línea muy similar a la de su padre, quien en cinco juego recibió sólo tres goles (sin contar la tanda de penales contra La Naranja Mecánica). Kasper, en cinco partidos, ha recibido cinco tantos.
Independientemente del nuevo formato, a Kasper se le “juzgará” en Dinamarca a la par de su padre, sólo si gana los dos siguientes partidos en la Eurocopa y levanta el trofeo de campeón.