Lo que necesitas saber:

Durante la estancia de Pancho Villa en la capital mexicana en 1914 visitó el Bar La Ópera. Ahí disparó al techo y actualmente la bala permanece incrustada en el plafón para que todos veamos el agujero.

Además de ser uno de los restaurantes más emblemáticos del Centro Histórico, en este espacio abierto como cantina desde 1895 en la calle de 5 de Mayo, Pancho Villa tiró una bala al techo que todavía se conserva en el lugar. Aquí algo de la historia del Bar La Ópera, que después de 130 años conserva su arquitectura afrancesada de la “Belle Époque”.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
El lugar conserva sus aires clásicos después de 130 años./Imagen Bar la Ópera Instagram

La larga historia de este famoso bar comienza en 1876, cuando las hermanas Boulangeot de origen francés abrieron un negocio de repostería en la esquina de San Juan de Letrán y Avenida Juárez, donde hoy tenemos la Torre Latinoamericana. Ahí vendían alimentos, postres finos y bebidas a la gente que esperaba las funciones del Teatro Nacional, ubicado donde hoy está el Palacio de Bellas Artes.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
“La Ópera” está en Avenida 5 de Mayo desde 1895./Imagen Bar la Ópera Instagram

En 1895 el lugar se mudó a la esquina de 5 de Mayo y Filomeno Mata donde está actualmente y desde entonces comenzó a funcionar como una cantina, visitada por las grandes personalidades de la época. Años más tarde, en 1900, se ordenó la demolición del Teatro Nacional para la ampliación de la Avenida 5 de Mayo y en 1904 comenzó la construcción del Palacio de Bellas Artes en su lugar.

Una cantina clásica de la CDMX

La Ópera se convirtió en un importante lugar de reunión para la sociedad mexicana más selecta. Entre sus clientes frecuentes estaban el presidente Porfirio Díaz y su esposa, Carmen Romero Rubio, el ministro de Hacienda José Yves Limantour, Guillermo de Landa y Escandón y otros políticos y personajes de la alta sociedad de aquellos tiempos.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
La cantina durante la primera mitad del siglo XX./Imagen Marco Beteta Facebook

Entonces llegó la Revolución. La construcción de lugares importantes como el Palacio de Bellas Artes o el Palacio Legislativo (que se convertiría en el Monumento a la Revolución) quedó interrumpida. Los ejércitos revolucionarios llegaron a la ciudad en 1914 y Francisco Villa, también conocido como Doroteo Arango, se dispuso a visitar la famosa cantina junto con sus soldados mientras los habitantes de la ciudad se mantenían encerrados en sus casas.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
Pancho Villa visitó la cantina en 1914./Imagen Getty

Los hombres de la División del Norte brindaron junto a su general en las finas copas de cristal cortado y también comieron en los elegantes platos de porcelana del lugar. Y en una noche en que los villistas celebraban su entrada a la ciudad, Pancho Villa echó un tiro que quedó incrustado en el techo de la cantina hasta nuestros días.

El balazo de Pancho Villa

Existen diferentes historias sobre el “plomazo” que Villa dejó en el techo del Bar La Ópera. Una de ellas dice que él no bebía ni una gota de alcohol y al ver a sus hombres completamente borrachos, soltó un balazo para ordenarles que se callaran, le hicieran caso y regresaran a su campamento.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
El legendario balazo de Villa permanece en el techo./Imagen Bar la Ópera Instagram

Otra versión cuenta que Pancho Villa no era atendido por los meseros del lugar y lo hizo para llamarles la atención. También se dice que lo hizo por puro gusto, para demostrar su poder y lucirse en el establecimiento que era tan concurrido por las élites y la alta sociedad mexicana.

El balazo sigue alojado en el plafón del bar y hace poco fue remarcado con un borde metálico. Es uno de los principales atractivos para los visitantes del Bar La Ópera y ha sido motivo de crónicas, anécdotas y relatos.

La Ópera, un lugar de personalidades

Los tiempos de la Revolución Mexicana terminaron y la cantina volvió a ser un lugar visitado por personajes de la política, el arte y la cultura. En esos tiempos los políticos se reunían ahí para reestructurar al país después del conflicto armado y continuó como lugar de encuentro para intelectuales y la alta sociedad.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
Monsiváis, Cuevas, Benítez y Fuentes en 1965./Imagen El Fanzine Facebook

Entre sus clientes y comensales están los presidentes Miguel Alemán Valdés y Adolfo López Mateos, entre otros personajes importantes de la política, escritores como Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Carlos Monsiváis y Fernando Benítez, artistas como José Luis Cuevas, Fernando Botero y Sofía Bassi y otras personalidades como el periodista Jacobo Zabludovsky.

Balazos en el techo y buena comida: Bar La Ópera
Una visita al Bar La Ópera puede ser como un viaje en el tiempo./Imagen Bar la Ópera Instagram

El Bar La Ópera no es una cantina para borrachos. En la actualidad es considerado como un prestigioso restaurante-bar familiar y conserva su decoración al estilo francés, con sus columnas, gabinetes y barras para transportarnos a otras épocas de la CDMX.

Dirección: 

Avenida 5 de Mayo 10, Centro Histórico de la Ciudad de México y abre sus puertas de lunes a sábado de 1:00 pm a 12:00 am y los domingos de 1:00 a 6:00 pm.

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