Lo que necesitas saber:
En el municipio de Pedro Escobedo, en Querétaro, hay dos cabezas gigantes talladas en piedra que se han vuelto famosas desde que fueron encontradas.
Recientemente ocurrió un hallazgo arqueológico que ha deslumbrado a todos. En el municipio de Pedro Escobedo, Querétaro, aparecieron las estatuas de dos cabezas gigantes que recuerdan a las figuras de la Isla de Pascua, a las cabezas olmecas o a las esculturas de la antigua Grecia. Aunque parecen proceder de hace cientos o miles de años, su realidad es otra muy diferente. Aquí te contamos.

El municipio queretano de Pedro Escobedo está cerca de las fronteras de Guanajuato y Michoacán. Este par de enormes cabezas están ocultas en medio del bosque, cerca de la comunidad de Escolásticas y de la carretera a Huimilpan. Dan la apariencia de tener una gran antigüedad, pero en realidad son de origen reciente y se han convertido en uno de los atractivos locales.

Las obras talladas en las piedras del lecho de un arroyo están dentro de la cañada “El Matambre”. El pueblo de Escolásticas es famoso porque muchos de sus habitantes se dedican a producir hermosas esculturas de cantera negra. En la actualidad, las cabezas gigantes atraen al turismo de todas partes, sobre todo en junio, cuando se cubren de musgo y el clima es agradable.
El origen de las cabezas gigantes de Querétaro
La noticia del descubrimiento de las esculturas se dio en 2022, y como bien podemos suponer, se hicieron famosas en muy poco tiempo gracias a las redes sociales por su rareza y por su aparición misteriosa. ¿Cuál es su origen y por qué de pronto aparecieron en un lugar tan apartado?

Resulta que estos dos rostros tallados en cantera son obras de arte realizadas por los maestros locales Fernando Arévalo Uribe y Martín Nieto Uribe. Lo que podría parecer un hallazgo arqueológico fue el descubrimiento de la obra de estos dos artistas locales, que crearon las dos impactantes cabezas en 2014.
Ahí, en la parte baja de la barranca de El Matambre, los escultores se dedicaron a plasmar su obra con la idea de crear un atractivo turístico para su comunidad, que es reconocida por exportar la cantera de la región y por realizar bellas esculturas. Además, dicen que son un homenaje a la tradición y a los artesanos del pueblo de Escolásticas.

Una de las esculturas representa un rostro femenino inspirado en la Virgen de Guadalupe y la otra es el rostro de un hombre con rasgos indígenas. Las dos están talladas en cantera negra y son todo un espectáculo que vale la pena ver en vivo y en directo en la parte baja de la barranca, entre árboles, riscos y el arroyo que pasa junto a ellas.
Cómo visitar las cabezas gigantes
Fernando Arévalo y Martín Nieto eligieron ese lugar para sus esculturas al considerarlo especial para ser visitado por la gente. Aunque hay que descender por la barranca y después realizar una caminata, el paseo vale la pena. Actualmente hay excursiones de ecoturismo y grupos de senderismo que visitan el lugar, que está a 40 minutos de la capital de Querétaro.

Para llegar ahí, hay que ir por la Carretera 400 que va de Querétaro a Huimilpan y estacionar el coche en el kilómetro 26, en un lugar rodeado de cañadas y peñascos. Hay que caminar por 10 minutos para luego bajar por la cañada entre caminos empedrados y llegar al arroyo. Ya en la parte baja de la barranca hay que recorrer otro tramo de 50 metros para encontrar el pequeño espacio escultórico. Recuerda llevar ropa cómoda.

En el lugar ya hay diferentes marcas que indican la ubicación de las cabezas gigantes, así que no hay pierde. El lugar ofrece toda una aventura y gracias a estos escultores, ahora mucha gente llega para conocer los rostros de cantera y conocer Escolásticas, y según cuentan, invitaron a más artistas de su comunidad para el proyecto, pero sólo ellos se animaron a dejar su obra en la parte baja de El Matambre.
La tradición escultórica de Escolásticas
Esta comunidad se dedica a la elaboración de esculturas de cantera desde 1954, cuando Pedro Aspe Armella, un hacendado local, llevó un maestro cantero de Guanajuato para que la gente del pueblo aprendiera el oficio artesanal. Desde entonces, en Escolásticas hay grandes escultores, algunos reconocidos a nivel internacional.

Los artesanos del pueblo perfeccionaron sus técnicas con el cincel y el labrado en piedra, que hoy es una de las principales fuentes de ingresos para la comunidad. En Escolásticas hay talleres y tiendas con hermosas esculturas de todos tamaños, así que, si visitas las cabezas gigantes, también puedes darte una vuelta por el pueblo y llevarte una bella escultura a tu casa.

