Cuando se habla de Disney World, lo primero que aparece en la mente de las personas es un lugar mágico en donde todos los sueños se hacen realidad, se puede convivir con toda clase de personajes fantásticos y subirse a varios juegos increíbles. Lo que casi nadie ha pensado es qué ocurre cuando los visitantes hacen cosas raras, por no decir escalofriantes, cuando el buen Mickey Mouse no está observando.

Como podrán imaginar, un parque de diversiones tan famoso siempre carga consigo una que otra leyenda urbana. Algunas de estas -como lo son el palacio de Mowgli, que los visitantes tienen prohibido morir en las instalaciones o el de la cabeza congelada de Walt Disney bajo la atracción de Piratas del Caribe- son totalmente falsas, pero hay otras resultaron ser verídicas.

Entre las cosas que sí han sucedido en ese fantástico lugar, podemos mencionar las historias de algunos empleados que llegaron a compartir ropa interior, que una cancha de basquetbol fue construida en la cima del monte Cervino y que el parque acuático River Country aún existe, pero que está completamente abandonado. Todas estas leyendas son bastante curiosas, pero ninguna se compara con la que acaba de salir a la luz.

De acuerdo con lo que reveló Wall Street Journal, algunas de las personas que visitan el parque suelen llevar las cenizas de seres queridos a los que acaban de cremar, de modo que puedan esparcirlas a escondidas. Este tipo de incidentes sucede tan a menudo, que el personal del lugar ya posee un código para solicitar la limpieza de los restos.

“No existe un código más secreto en Walt Disney World y Disneyland que el llamado para una ‘limpieza con HEPA’”, dice un fragmento del reportaje de Wall Street Journal. “Esto significa que, una vez más, un huésped del parque ha dispersado las cenizas de un ser querido en algún lugar escondido y un ultrafino (o ‘HEPA’) necesita de una aspiradora para removerlas. Los conserjes dicen que esto sucede aproximadamente una vez al mes”.

Mickey Mouse - Dinsey World

“Aguanta… ¿están haciendo qué?”

A pesar de que este tipo de comportamiento está totalmente prohibido, existe gente suficientemente “audaz” como para seguir cumpliendo la última voluntad de algún familiar o amigo fallecido. Cuando los empleados llegan a atrapar alguien con las manos en la masa, suelen expulsarlo del parque y cancelar las actividades de la atracción ubicada en aquel lugar, más que nada por mantenimiento.

No sabemos cómo funciona la mente de quienes hacen cosas como esta, pero si de algo estamos seguros, es que los otros visitantes en Disney World no están encantados de echarse un helado con restos humanos espolvoreados. Sin duda era una leyenda extraña, pero sobre todo, desagradable.

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