Dicen por ahí que los valores se aprenden en casa. Y la verdad es que hay historias que nos recuerdan esto, aunque a pesar de toda la educación que puedas recibir de tus padres, hay cosas con las que de plano nacemos, como la solidaridad y la honestidad. Eso es justo lo que demostró un niño en Tamaulipas que, luego de ver que varias personas se estaban llevando unas naranjas, decidió –sin quererlo– darle una lección a todos los ladrones.
Hace unos días –para ser exactos el 17 de junio– se empezó a viralizar la historia de este pequeño, la cual sucedió en Ciudad Victoria, justo en la carretera que va de Rumbo Nuevo a Ciudad Marte. En uno de los tramos de la autopista volcó un camión que transportaba kilos y kilos de esta fruta y como lamentablemente suele suceder en estos casos, aparecieron de inmediato los que llegaron a la rapiña. Pero no contaban con lo que vendría.
Este niño le dio una lección a muchos
De la nada, en la escena apareció un niño quien sin pensarlo, le pidió a uno de los conductores del camión que le vendiera 10 pesos de naranjas. Por supuesto que esto sacó de onda a muchos –sobre todo a los que ya se andaban embolsando unos kilos–, pues normalmente en esos momentos la gente en lo que menos piensa es en comprar los productos que se quedan a la deriva; al contrario, parece que les faltan manos para llevarse todo.
“Llévatelas ¿No te las quieren vender?”, se escucha decir a un hombre que está grabando al pequeño. “Llévate diez naranjas, llévatelas, yo te ayudo”, comentó la misma persona. Más adelante explican que este mini héroe sin capa se paró ahí con su familia y esperaron hasta que llegara alguno de los choferes para comprar legalmente las naranjas: “Así debe de ser, hombre, para qué robar el esfuerzo de otras personas”.
Por supuesto que el video de este niño se hizo viral y trajo un montón de comentarios. Pero en general, la gran mayoría señaló su honestidad, al querer hacer las cosas “como se debe” y felicitaron a sus padres por inculcarle todos estos valores a temprana edad. No cabe duda de que los más pequeños como él (y hasta los que comparten sus juguetes con los que menos tienen) son el futuro de nuestro país y los ciudadanos que necesitamos.