Si hay una canción que puede acompañar a “Wonderwall”, de Oasis y “Hotel California” de The Eagles en la categoría “Canciones que todos se han encargado de escuchar hasta el cansancio” es “Bitter Sweet Symphony” de The Verve, la extinta agrupación liderada por Richard Ashcroft y tema que tiene irónicamente tiene una historia tan agridulce como su nombre. Y es que si no sabían, gracias a ella Ashcroft y compañía fueron demandados por The Rolling Stones. 

El 16 de junio de 1997, The Verve lanzó el single “Bitter Sweet Symphony”, canción que más tarde incluirían en su disco Urban Hymns. Esta pieza musical, caracterizada por ese ritmo de cuerdas que todos hemos conocemos, puso a The Verve en muchas de las listas de éxitos de Estados Unidos y Reino Unido, sin embargo, a pesar de la fama que les dio nunca recibieron un sólo peso de ella.

A 21 años de su lanzamiento: la agridulce historia detrás de "Bitter Sweet Symphony"

Para su creación, Ashcroft hizo un acuerdo con The Rolling Stones y su disquera para usar una muestra de 5 notas que la banda de Mick Jagger había utilizado en su canción “The Last Time” del álbum Out of our heads. Esto a cambio de que las ganancias de la canción quedaran en 50/50 para cada agrupación.

Pero entre ellas había una mezcla producida por Andrew Loog Oldham, antiguo manager de The Rolling Stones, la cual le vendió después al nuevo representante de la banda, Allen Kelin. Cuando Klein se dio cuenta del impacto de la canción decidió entablar en 1998 una demanda contra The Verve, argumentando que habían incumplido el acuerdo pues Richard Ashcroft usó más elementos musicales que los que habían pactado. Les pidieron el 100% de las ganancias de dicho tema. 

Por su parte The Verve, defendió a capa y espada su creación, diciendo que en total le hicieron cerca de 50 arreglos a la canción y que por ende, era una creación original. Eso además de que Richard Ashcroft compuso una letra para dicho tema. Sin embargo, para evitar un problema más grande, al final decidieron cederle los derechos completos a la compañía disquera de The Rolling Stones y acreditaron como compositores a Mick Jagger y a Keith Richards. 

A 21 años de su lanzamiento: la agridulce historia detrás de "Bitter Sweet Symphony"
Foto: Tumblr

 

Después de eso al pobre Richard le llovió sobre mojado: primero porque Nike quiso utilizar la canción para uno de sus comerciales, a lo cual él se negaba, pero luego de ceder los derechos a Allen Klein, éste hizo un acuerdo con la marca deportiva quien terminó usando “Bitter Sweet Symphony”.

Luego en 1999 la canción fue nominada a un Grammy por “Mejor Canción Rock”, categoría que le da el crédito a los escritores de la canción, en este caso terminó siendo para Jagger y Richards. No cabe duda que en sí esta rola es triste, pero para los de The Verve lo es más, pues terminó siendo de sus canciones más famosas y de la única de la que no pudieron cobrar ni un centavo ni demostrar su originalidad.

Afortunadamente para Ashcroft, las cosas cambiaron en 2019. A través de un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el vocalista de The Verve anunció con bombo y platillo que después de algunas pláticas, tanto Mick Jagger como Keith Richards habían accedido a ceder sus partes de las regalías para que todo fuera directamente al buen Richard.

Por si esto fuera poco, los miembros de los Rolling Stones estuvieron de acuerdo en quitar sus nombres como compositores de “Bitter Sweet Symphony” para así, terminar terminar de una vez por todas este drama que por años manchó a una de las canciones más emblemáticas de los 90. Sin duda para Richard Ashcroft, componer esta canción fue algo muy agridulce que por fin puede disfrutar.

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Redactora de música, entretenimiento y noticias. Llevo siete años en medios de comunicación y he tenido la oportunidad de conocer, entrevistar y escuchar en vivo a mis artistas favoritas.

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