Ahora sí se puso tremendo. Comenzó como una noticia nocturna, escaló como el anuncio de una enfermedad del presidente —que no sorprendió a nadie—, pero conforme avanzan los días se ha vuelto cada vez más preocupante, pues los Guacamaya Leaks, en solo una semana, han destapado bastantes más cosas de las que esperábamos en la SEDENA.
A una semana, nos hemos dado cuenta del espionaje, la intromisión o las intenciones económicas del Ejército en México.
Mientras se analizan los 6 Terabytes que los Guacamaya Leaks filtraron de la SEDENA, acá les hacemos un repaso de 10 cosas que se han ido encontrando, para mantenerse actualizados con todas estas importantes revelaciones.
Tabasco y sus vínculos con el CJNG
Dentro de los Guacamaya Leaks se presentó un preocupante reporte de inteligencia de la SEDENA.
Cuando Adán Augusto —hoy Secretario de Gobernación— era gobernador de Tabasco entregó la Policía y la Seguridad de su estado a tres personas presuntamente conectadas con el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según los reportes de Inteligencia estos sujetos, que además siguen en funciones, estaban conectados con grupos de huachicoleo, tráfico de armas y drogas. Si acaso, el asunto más grave es la mención de Hernán Bermúdez , secretario de Seguridad de Tabasco, conocido como Comandante H en esos reportes. El funcionario negó las acusaciones.
SEDENA sintió ‘pasos en la azotea’ por Ayotzinapa
Conforme se fueron conociendo más detalles del caso Ayotzinapa y el reporte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentaba pruebas de que había militares infiltrados en la escuela, siguiendo a los estudiantes e incluso de su participación tras la desaparción de los 43, las comunicaciones de la SEDENA se pusieron sospechosas.
En documentos filtrados por Guacamaya Leaks vemos que los militares sintieron ‘pasos en la azotea’.
Desde un inicio buscaron formas de impulsar la Verdad Histórica en los medios nacionales y ya en 2022 se reunieron con sus abogados en privado cuando salieron los documentos e incluso, el general Luis Cresencio Sandoval le envió una carta personal a AMLO abogando el caso de uno de los militares detenidos.
¿Empezar el negocio de una aerolínea?
Como si al Ejército le hiciera falta lana en México, una de las noticias más sonadas de los Guacamaya Leaks hablaba de cómo la SEDENA quería empezar su propia aerolínea.
Sin hacerle mucho al enredo, se filtraron los documentos en los que los militares de México peloteaban la idea de comenzar una aerolínea que diera servicio de pasajeros y de carga. Querían tener una flota de 10 aviones —para comenzar pequeño—, pero lo curioso es que el rifado avión presidencial sería uno de llos.
Para llegar a este negocio, claro, esperaban contar con una reforma legal que les diera permiso.
Vieron $$ en el turismo
Y claro, siguiendo con sus intenciones millonarias, resulta que la SEDENA también estaba viendo la manera de iniciarse como uno de los grandes inversores del turismo, pues en su Business Plan, filtrado por Guacamaya Leaks, vimos que tenían unas ideas bastante… sólidas, de llenar las arcas.
Echenle nomás un ojo:
Además de la aerolínea, el AIFA, el Tren Maya, los otros aeropuertos en el sureste, esperaban manejar museos, complejos hoteleros —construidos en los nuevos espacios— e incluso parques turísticos. Ámonos.
Estan MUY pendientes de lo que se dice de ellos
A ver si no nos andamos disparando en la pata con esta historia, pero uno de los detalles más notorios de los Guacamaya Leaks demuestra que la SEDENA están muy pendientes de lo que se dice de ellos.
La plataforma @LoQueSigue_ descubrió que en el Ejército tenían categorías de comunicadores y clasificaban quienes tenían mensajes positivos o quiénes se mantenían críticos de las versiones militares. Uno de los ejemplos más sonados —nomás por decir uno— es respecto a la Verdad Histórica impulsada por la SEDENA en el caso Ayotzinapa.
En el caso de Témoris Grecko descubieron que compraban sus libros, leían sus columnas y hasta tenían marcadas las fechas y lugares de donde se presentaba su documental.
¿Vieron el hashtag #EjércitoEspía?
Si vieron el caso de Ejército Espía en redes sociales vale la pena enterarse de que en esta semana se probó que la SEDENA ha seguido utilizando el software Pegasus para seguirle el rastro a comunicadores, periodistas y defensores de Derechos Humanos. Sí, esto ha sucedido en el sexenio de AMLO.
¿Un detalle importante? Esto no salió de los Guacamaya Leaks, pero se destapó al mismo tiempo entonces se “mezclaron” los casos en la opinión pública.
Lo del Ejército Espía es una investigación de la Red en Defensa de los Derechos Digitales en la que revelaron que la SEDENA compró, utilizó —y después ocultó, para acabarla de amolar— un software isralí para intervenir teléfonos de periodistas.
¿Cómo estuvo eso de Mon Laferte y las feministas?
Siguiendo con las filtraciones de los Guacamaya Leaks, seguro vieron el nombre de la cantante Mon Laferte.
Eso estuvo tremendo pues entre los archivos hackeados a la SEDENA se encontraron reportes de inteligencia en los que señalaban específicamente a colectivas feministas, alianzas de mujeres —como la de Marichuy— e incluso apuntaban, con un círculo muy profesional, a la intérprete chilena.
Los documentos militares le ponen la lupa a sus marchas, sus protestas, sus reuniones y un largo etcétera.
Marcaje personal a Embajador gringo
Hablando de lupa y seguimiento, otro que trae marcaje personal es el Embajador de Estados Unidos, Ken Salazar. Aunque se la pasa bastante sonriente o dándole aplausos al gobierno mexicano, todo parece indicar que el Ejército lo tiene bastante checadito.
El Universal hizo una revisión por los Guacamaya Leaks y encontró que la SEDENA ha hecho al menos 21 informes con todas las actividades del embajador de Estados Unidos. En sus documentos aparecen sus reuniones privadas —pos ni tanto—, sus publicaciones en redes sociales y los eventos a los que asiste.
Del anterior Embajador también aparece su información.
Sabían que eran vulnerables a hackeos
Esa es una de las graciosas pues, en los documentos que se han ido destapando en el Guacamaya Leaks vemos que la SEDENA sabía que corrían riesgo de ataques informáticos.
Según @LoQueSigue_ era causado por los propios militares que a veces utilizaban equipos propios, se conectaban a redes que no eran seguras, bajaban programas de entretenimiento en sus computadoras, publicaban en sus redes sociales cosas del trabajo y poor supuesto, señalan que los militares veían “contenido pornográfico”.
La inteligencia militar a veces… no lo era tanto.
Y lo que nos falta…
Apenas se está cumpliendo una semana de que se hiciera público el Guacamaya Leaks y ya se han destapado un montón de cosas, pero falta mucho por descubrir.
Se estima que se hackearon 6 Terabytes de datos confidenciales de la SEDENA, que en una red normal tardarían como tres días en descargarse. Además, se están limpiando pues —como lo han señalado algunos expertos— corres riesgo de descargarte un virus… y terminar siendo tú el espiado.
Entonces todavía falta mucho por conocer.