Recientemente les informamos sobre un “error” cometido por elementos de la Marina Armada de México. Resulta que agredieron a efectivos de la Fuerza Única regional de Jalisco mientras los policías patrullaban en el municipio de Jilotlán.
Y no fue la única vez que se les chispoteó. La Marina ya había aceptado que en Nuevo Laredo sus efectivos dispararon desde un helicóptero en contra de una familia que se transportaba en una camioneta, pero “de manera circunstancial”.
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Y vuelve a suceder
La tarde del martes pasado, elementos de la Secretaría de Marina -Semar- realizaron un operativo en el municipio de Comala, en Colima, en el que según reportes preliminares murieron 4 presuntos delincuentes.
De acuerdo con el portal de noticias Colima Noticias, alrededor de las 6 de la tarde los elementos de la Marina intentaron detener un vehículo con personas armadas cerca de la escuela Vasco de Quiroga, persiguiéndolo hasta la colonia El Pedregal, en donde varios sujetos se introdujeron a una vivienda sobre la calle López Mateos.
En el trayecto se reportaron disparos de arma de fuego sin lesionados, sin embargo los elementos de la Marina continuaron con el operativo, mismo del que se desconocen los resultados oficiales.
Ni el gobernador sabía
Hoy, el gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, declaró a los medios de comunicación que no contaba con la versión completa de lo ocurrido, incluso declinó a confirmar el número de muertos ya que no quería “dar información que pueda resultar imprecisa”.
Argumentó también que la acción se llevó a cabo de manera unilateral por parte de la Semar ya que inmediatamente que el gobierno local se enteró del operativo, ofreció todo el apoyo disponible. Sin embargo, de acuerdo con Proceso, trascendió de manera extraoficial que los marinos impidieron el acceso de los policías estatales.
Agregó que su gobierno está esperando que la Marina les aclare de lo que se trató el operativo.
Peralta Sánchez señaló que no es la primera vez que suceden este tipo de operativos “encubiertos”.
A mediados de junio de 2016, el operativo de detención de un jefe de plaza del narcotráfico generó confusión ya que terminó con la muerte de un policía federal que fue alcanzado por balas de policías estatales que los enfrentaron al creer que se trataba de un secuestro.