Bueno, al menos a nosotros ya no tendrán que convencernos, si es que alguna vez lo hicieron. De ser grave el nuevo derrame de… lo que sea, esta vez las explicaciones tendrán que darlas a autoridades estadounidenses, quizás hasta que eso pase -esperemos no-, conoceremos la verdadera dimensión del asunto.
Luego de que el domingo se dieran a conocer las denuncias de alcaldes de Sonora, respecto a las fugas que se están presentando en algunos represos que sirven para contener el derrame químico ocurrido el pasado mes de agosto, ahora se ha informado que la contaminación que inicialmente atacó a los ríos Bacanuchi y Sonora, ahora podría extenderse al río San Pedro, cuyas aguas llegan a Estados Unidos.
Lo anterior generó que la Unidad de Protección Civil de Sonora (UEPC) emitiera una alerta preventiva binacional, refiriendo que el derrame de desechos tóxicos proviene de un represo ubicado al norte de la minera Buenavista del Cobre, en Cananea, población en donde se ha recomendado a sus 25 mil habitantes que evite tener contacto con el agua del río y no deje que el ganado beba del caudal.
Aunque todavía no se confirma qué sustancia ha llegado al río San Pedro –pero por sobrevuelos en helicóptero se describe la presencia de “una mancha anormal de color naranja”- dado que las aguas van en dirección a Sierra Vista, Arizona, como parte de los protocolos de seguridad que en conjunto han establecido México y Estados Unidos, la UEPC ya dio conocimiento a la Comisión Internacional de Límites de Aguas (CILA): “Nosotros tenemos protocolos dentro del Programa Frontera 20-20 donde debemos informarnos a través de los canales correspondientes, en este caso, la Comisión Internacional de Límites y Agua en la sección Nogales”, señaló el titular de la UEPC, Carlos Jesús Arias.
Al respecto la Profepa señaló que se “corroboró que el vertimiento reportado por la empresa Buenavista del Cobre el pasado 18 de septiembre, está compuesto por agua de lluvia y elementos ferrosos por debajo de las normas de riesgo para la salud”, así no pasa nada, ya que el agua nomás tienen tantita mezcla de lixiviados con el agua pluvial revivida y además el pH ya fue checado y está por debajo de las normas de riesgo para la salud.
Sobre este nuevo derrame Grupo México –dueño de la mina Buenavista del Cobre- también se pronunció y secundó a la Profepa, al asegurar que el presunto nuevo derrame de químicos no es más que producto de las tormentas que “Odile” provocó a su pasó por Sonora… pero que ya todo está controlado: “No existió un segundo vertimiento de solución de sulfato de cobre acidulado en ninguno de los represos en Buenavista del Cobre (…) Corresponde a agua de lluvia con presencia de elementos ferrosos por debajo de las normas que podrían poner en riesgo la salud humana”.
Sobre la situación autoridades norteamericanas no se han pronunciado.