De nueva cuenta se comprueba que muchas veces los amantes de lo ajeno roban a lo güey… o que se están equipando cual villano de cómic. Lo que sea, esta vez parece que sí se pasaron de lanza y la fuente radioactiva que tienen en su poder es considerada de alto peligro.
Tan peligrosa es la fuente radioactiva que se robaron esta ocasión (seee, porque no es la primera vez que pasa esto) que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana puso “¡URGENTE!”, así, con letras mayúsculas, en el boletín de prensa con el que informaron de la sustracción del equipo, el cual fue cometido en el municipio de Teoloyucan, Edomex. Así mero señalan que es:
Por el robo del equipo de radiografía industrial (considerado de “alto riesgo”, si es que los ladrones son tentones y deciden sacar la fuente radioactiva de su contenedor) se emitió una alerta de seguridad para la CDMX, así como para el Estado de México, Querétaro, Michoacán, Guerrero, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
“Si la fuente radiactiva es extraída de su contenedor, es manipulada o se tiene contacto directo con la misma durante unos minutos a horas, puede ocasionar lesiones permanentes. En caso de permanecer en contacto directo con la fuente durante horas o días, sus efectos puedes ser mortales”, se advierte en el reporte de Alerta.
¿Pos qué fregados se robaron?
De acuerdo con las autoridades, lo reportado como robado en las primeras horas de ayer, domingo 11 de abril, fue un equipo de radiografía industrial de la marca QSA Global… pero bueno, lo importante es que dicho equipo tiene en su interior una fuente radioactiva de Iridio-192, la cual tiene una actividad de 68.89 curíes.
“De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica tiene una categoría 2, por lo cual se reitera que si la fuente es extraída puede ocasionar lesiones permanentes y su contacto directo durante horas o días puede tener efectos mortales”.
Tanto poder se encuentra en un objeto de aproximadamente 25 kilos… de unos 22.9 centímetros de alto y de 33.8 centímetros de ancho por 19.1 de largo. Por ahí, si lo ven, lo primero que deben hacer es alejarse, no intentar manipularlo y, mejor, “establecer un perímetro de seguridad y resguardo con radio mínimo de 30 metros; notificar el hallazgo de inmediato a la autoridad del orden federal”.
Además, tan dañina es la fuente radioactiva ésta que, una vez ubicada (esperemos que sea pronto) se deberá realizar un registro de todas las personas que pudieran haberse ubicado dentro del radio de seguridad, pues para ver si no hubo afectaciones en su salud.
Van los teléfonos a los que hay que comunicarse. Señores rateros, apunten y llamen: Emergencias (911); Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (800 111 3168, 55 9199 8799, 55 5415 2918, 55 2729 9723); Coordinación General de Protección Civil del Estado de México (722 215 01 15 y 722 214 26 92).