Ya lo dijo hace algunos meses frente las representaciones que los países echan a la Organización de Naciones Unidas (ONU)… y como que nadie hizo caso. Ahora, el secretario general de la organización, António Guterres, repite… pero frente a especialistas (según) en cambio climático.
¿Harán caso? Seguramente no, pero al menos António Guterres podrá decir “se los advertí”.
Al inaugurar la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), el secretario general de la ONU, António Guterres, volvió a alertar al mundo sobre el fregadazo ambiental que se avecina. “La humanidad tiene elección: cooperar o perecer”, señaló Guterres en un discurso plagado de frases atemorizantes relacionadas con el destino del mundo como lo conocemos si no le bajamos al maltrato del medio ambiente.
“Estamos en una carretera al infierno climático con el pie en el acelerador. Nuestro planeta se acerca rápidamente a puntos de inflexión que harán que el caos climático sea irreversible. Necesitamos urgentemente acción climática”, alertó el de la ONU.
En el evento en el estuvieron alrededor de 200 representantes de países que se han suscrito en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992 (cof, pero nomás de dientes pa’ fuera, cof) Guterres señaló que la guerra en Ucrania ha dejado en evidencia qué es lo que pasará con la humanidad si se mantiene la dependencia de combustibles fósiles. Y no es que pida olvidar a estos de jalón… pero sí acelerar la transición a energías menos agresivas con el medio ambiente.
De acuerdo con The New York Times, en la pasada COP (o sea, en la COP26), los líderes del mundo acordaron tomar medidas inmediatas para prevenir un aumento peligroso en la temperatura mundial. Pero, ¿qué creen? Pues dichos acuerdos quedaron en papel y, hasta ahora, ninguna de esas acciones que, supuestamente, se implementarían de fregadazo se han concretado.
Las consecuencias de seguir haciéndonos patos con la atención a la crisis climática se han notado este año y de forma sabrosa: sequías por un lado (en el norte de México, por ejemplo), inundaciones nunca vistas (como las reportadas en Pakistán) y también se puede ver en la hambruna en África y, aunque parece que sucedieron hace años, en las olas de calor en Europa.
El secretario general de la ONU recordó a los líderes mundiales su plan expuesto hace algunos meses: que los países más ricos (sobre todo aquellos que más se benefician de la explotación de recursos) le echen la mano a las economías emergentes. Con esa manita, prevé António Guterres, se podría acelerar la transición energética hacia las renovables.
En la propuesta de acuerdo del de la ONU se contempla el final del uso de combustibles fósiles, además, olvidar las plantas de carbón. Al menos para los países que forman parte de la OCDE, a más tardar en 2030… y para el resto del mundo en 2040. “O tenemos un Pacto de Solidaridad Climática o tenemos un Pacto de Suicidio Colectivo“, advirtió António Guterres.
¿Le harán caso? Dolorosamente, el pronóstico es que no… o sí, pero sin concretarse lo acordado, como sucedió con la COP26.