Un hecho que suma a la queja que muchos internautas sacaron ahora que la Unión Europea se mostró preocupada por las agresiones contra periodistas en México: “¿Y por qué no dicen nada sobre Julian Assange?”, preguntaban.
Pues Julian Assange, fundador de WikiLeaks, sigue en prisión y nuevamente con la extradición a Estados Unidos casi encima. Y más ahora que el Supremo Tribunal británico decidió desestimar una apelación que el australiano presentó como intento para detener dicho proceso.
Aunque varios medios señalan que la desestimación de la apelación casi puede entenderse como luz verde para el envío de Assange a Estados Unidos, otros indican que no es tanto así: sí limita los recursos legales de defensa, pero todavía queda el recurso de ir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Lo anterior, mientras el caso es analizado por la ministra británica del Interior, Priti Patel, quien será la efectiva para determinar si Reino Unido entrega (o no) a Julian Assange a las autoridades de Estados Unidos para enfrentar cargos por espionaje que lo harían pasar hasta 175 años en prisión.
Los últimos meses no han pintado bien para el fundador de WikiLeaks. Aunque en enero de 2021 el tribunal distrital británico rechazó la extradición de Assange bajo el argumento que su llegada a Estados Unidos representaba riesgos a su salud mental e, incluso, había posibilidades de suicidio, en diciembre el Tribunal Supremo revocó el fallo. Esto, porque Estados Unidos prometió que si se cumple la extradición, se le garantizará un trato humano… y como los gringos siempre cumplen con su palabra…
Al darse a conocer el fallo del Supremo Tribunal, la defensa de Julian Assange no dejó de expresar su frustración. Según dicha instancia (la máxima en Reino Unido), la representación del fundador de WikiLeaks no presentó ningún punto legal debatible en su apelación. Así que por eso fue descartada.
La defensa de Assange tiene cuatro semanas para ofrecer elementos que ayuden a la ministra Patel a decidir sobre la extradición de su cliente. Y bueno, mientras eso sucede, el fundador de WikiLeaks contraerá matrimonio con su prometida, la abogada Stella Morris, con quien tiene dos hijos.
La boda de Assange y Morris se realizará al interior de la cárcel de Belmarsh, el próximo 23 de marzo.